Cuando Sony se separó de Nintendo para lanzar PlayStation y otras traiciones del sector de los videojuegos

El sector de los videojuegos no está exento de polémicos despidos y discrepancias entre diferentes empresas. En varias ocasiones hemos visto a más de una compañía enfrentada con otras empresas o incluso sus trabajadores, repasamos algunos de los casos más sonados.

Uno de los mayores culebrones del sector, fue el que enfrentó a Activision e Infinity Ward, dos compañías asociadas para la creación de videojuegos de Call of Duty. Vince Zampella y Jason West, de Infinity Ward, fundaron una nueva empresa, Respawn Entertainment, la cual a su vez se asoció con Electronic Arts. Activision vio esto como una traición y despidió a sus dos directivos alegando insubordinación y violación de contrato.

Otra traición que se ha dado a conocer de forma reciente es la de Squaresoft a Microsoft. Para el lanzamiento de Xbox, Microsoft pensaba comprar la compañía creadora de Final Fantasy y la negociación fue muy buena hasta que llegó el momento de firmar. Squaresoft pidió el doble de dinero y Microsoft no pudo aceptar pagar tanto.

Pero el caso estrella fue que el que dividió a Sony y Nintendo dando origen a la primera consola PlayStation. Las dos empresas japonesas iban a unir fuerzas y crear su propia consola Nintendo PlayStation, una consola que sin embargo acabaría cancelándose. Sony acabaría lanzando su propia consola, y Nintendo, ganándose su mayor rival en el sector.

Un caso muy popular es el que separó a Nintendo y Rareware, compañías que habían tenido una muy fructífera relación en los años 90. Sin embargo, con la llegada del videojuego Conker's Bad Fur Day, título que no contó con demasiado respaldo por parte de Nintendo, el clima entre ambas compañías se enrareció y dio lugar a un enfrentamiento que acabaría resolviéndose con la venta de Rareware a Microsoft. Los hermanos Stamper, fundadores de Rareware, vendieron el 51% de las acciones de la empresa a Microsoft, y Nintendo no tardó en vender su porcentaje también a la empresa británica, un 49% de las acciones.

Konami también protagonizó su propio caso de "traición" hacia uno de los creativos más conocidos del sector, Hideo Kojima. El desarrollador japonés pasó muy malos momentos durante el desarrollo de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain. Según explicaron personalidades del sector, Hideo Kojima llegó a estar incomunicado con el resto de empleados de la empresa de cara el final de desarrollo del juego. Konami también eliminó todo rastro de "A Hideo Kojima Game" en las carátulas e ilustraciones promocionales del videojuego, y, por si fuera poco, se le impidió asistir a la gala de premios The Game Awards cuando ya apenas le restaba un mes de contrato al creativo nipón.

Por último tenemos a Electronic Arts, compañía que llevó a cabo movimientos que no terminaron de gustar a los fans. A la empresa americana se le critica mucho el hecho de tras haber contratado a algunos de los mejores creativos de otras empresas, finalmente decidiesen cancelar sus proyectos como Star Wars 1313 y cerrar los estudios en los que estaban trabajando, LucasArts y Visceral Games.