Un escritor cuenta cómo se salvó de la muerte gracias a un videojuego

Los videojuegos pueden salvar vidas. Derek Buck, escritor y periodista, ha saltado a la palestra por convertirse en uno de los casos en los que los videojuegos demuestran que un buen uso de éstos pueden convertirse en una herramienta que dé un giro de 180º a una dramática situación.

Derek atravesaba una depresión que alcanzó cotas peligrosas. Consumido por el dolor y la ansiedad, Buck se replanteó la idea del suicidio. Roto por su actual situación personal, Nintendo apareció como caída del cielo en la vida del escritor. Más concretamente lo hizo un juego, The Legend of Zelda: Breath of the Wild.

Tal y como ha relatado el propio Derek en una extensa entrevista para Gamesradar, la obra de Nintendo le ha salvado de cometer una locura. “No puedo decir que la depresión sea lo más aterrador que he experimentado jamás porque no puedo compararla con ninguna otra experiencia”; destaca Buck. “Es una lucha diaria contra el dolor y la ansiedad que parece que no ganas nunca y que consume todo. Trabajo, relaciones, amigos, sueños, es un agujero negro que absorbe todas las cosas que significan algo para ti”; continúa Derek explicando la situación personal por la que pasó.

Luego, ¿qué vio en The Legend of Zelda: Breath of the Wild para replantearse la idea del suicidio? La respuesta de Derek es sencilla y directa, el mundo de Hyrule. “La depresión estaba destruyendo mi mundo, así que doy gracias por haber encontrado otro”; comenta en relación al descubrimiento del juego.

“En Hyrule, la luz es tan brillante que parece venir de todas partes, disparando como rayos de cada brizna de hierba. En Hyrule, siempre estuve al borde de algo nuevo, una promesa de descubrimiento que liberó mi espíritu del ancla de dos toneladas que eran mis propios pensamientos”; añadía en comparación con la “oscuridad” que encontraba en el mundo real en aquel momento.

Buck explica que durante las horas que pasaba frente a The Legend of Zelda: Breath of the Wild, los gráficos o la jugabilidad no era lo destacado; “no era nada referente a lo que los críticos señalan o babean”. Derek encontró en Breath of the Wild una vía de escape, o como él mismo define, “un santuario propio permitiendo interrumpir el dolor y la ansiedad con comodidad y paz. Derroté la desesperanza con valor y optimismo”.

En palabras del escritor y periodista, The Legend of Zelda: Breath of the Wild y la experiencia que éste le proporcionó, se volvió algo terapeútico y que lo hizo salir de un pozo sin fondo.