Las pesadas gamberradas que tuvieron que hacer nuestros gamberros en este programa son de nota. Entrevistas en un parque: Haciendo preguntas de los más íntimas a los transeúntes que literalmente alucinaban con las preguntas. Buscarse una limosnita por pintarles una caricatura a los pobres inocentes que pasaban por un centro comercial o buscar un inquilino de piso para vivir con unos verdaderos tarados.

Estas son las gamberradas y la penitencia que tuvo que pagar el perdedor.