La cita entre Fany y Yago empieza muy bien, él es atento, amable, considerado... un poco agresivo, pero muy detallista. Fany está encantada, hasta que la personalidad machista de Yago empieza a florecer.

Al pasar un vendedor de rosas Yago afirma que a las mujeres les encanta que les regalen rosas, Fany indignada dice que eso es mentira, que a muchas mujeres eso no les gusta entre ellas ella, (aunque miente) tras esa pequeña discusión Yago acaba comprando las rosas y Fany la verdad está encantada.

Fany se ha dado cuenta de que Yago quiere acostarse con ella, pero a ella no le parece mal, deciden irse a dar una vuelta y en el momento de pagar vuelve a aparecer el lado machista de Yago, insiste en pagar él ya que es el hombre y siempre se ha hecho así, pero Fany quiere pagar su parte. Sin embargo, Fany se da cuenta de que ha olvidado la cartera y Yago solo lo ve como una excusa para darle a él la razón, empiezan nuevamente a discutir, pero Yago se tiene que ir corriendo ya que algo no le ha sentado muy bien, Fany al final se decide irse sin pagar.