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MEJORES CONDICIONES

35€ más a final de mes por acudir al trabajo con su gato

Según ha indicado la empresa, con este sistema de financiación felina ayudan a crear un lugar de trabajo más feliz.

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Pixabay Gato

¿Cuántas veces has soñado con la posibilidad de llevar a tu mascota al trabajo? ¿Y si te decimos que además de llevarla podrías llegar a cobrar un poco más gracias a esto? Pues este es el caso de varias empresas en Japón, donde algunos empleados de oficina reciben bonos y bonificaciones por sus mascotas. Esto suele verse más a menudo con el subsidio de vivienda e incluso de viajes, pero en Japón están decididos a crear un entorno de trabajo mucho más feliz.

 

Ferray Corporation, una empresa cuya oficina se encuentra situada en el barrio Harumi de Tokio, ofrece una oportunidad que no se encuentra en ninguna otra. Cada empleado puede acceder a un suplemento para su salario base gracias a la compensación de gato. ¿Cómo comenzó esta oportunidad? Esta subvención empezó hace 19 años, cuando la empresa se fundó y uno de sus empleados comenzó a llevar a su gato recién adoptado.

Una tierna historia que llega con un entorno más feliz

El empleado, tras adoptar al gato, comenzó a llevar a este al trabajo. Desde entonces, varios empleados comenzaron a adoptar gatos. A medida que los gatos iban pasando los días en la oficina, resultaba más fácil ver cómo de importantes eran estos para los miembros del personal. Por ello, se decidió integrar una pequeña ayuda en su salario, dándoles un bono de 5000 yenes al mes (aproximadamente 35 euros). ¿Su intención? Ayudar a compensar el gasto de alimentos y otros suministros para las mascotas.

 

Dado que Ferray se encarga del desarrollo de tecnología informática, es importante que los empleados cumplan algunos requisitos para poder llevar a sus mascotas con la intención de preservar el equipo informático y la salud de los animales. Por ello deben colocar las barreras para mantener a los gatos alejados y se indica a los empleados que desconecten sus teclados una vez se aparten del escritorio. De este modo se evita que el felino camine por encima del teclado. Lo que sí se demuestra es que, desde que la presencia de los gatos es un hecho en la oficina, el ambiente laboral es amigable y mucho más agradable.