PELIGRO INESPERADO
¿Un anciano con una bomba? Así fue la extraña evacuación de una estación de policía
La aparición del anciano con la bomba provocó la evacuación al instante, pero más sorprendió la forma en la que transportaba esta.
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En cualquier parte del mundo, la guerra tiene un efecto que, incluso a día de hoy, sigue marcando la historia. De hecho, en muchos casos siguen existiendo restos de las imponentes guerras, ya sea con lugares que sufrieron el deterioro o incluso armas que se utilizaron en aquel momento. A día de hoy sigue resultando sorprendente que, a pesar de haber pasado 70 años, todavía se puedan encontrar bombas presentes en distintos puntos y que siguen siendo potencialmente mortales.
Precisamente estas armas tuvieron un inesperado protagonismo el 18 de noviembre, momento en el que un hombre de aproximadamente 70 años entró en la estación central de la policía de Asahikawa, en Hokkaido, se presentó con una bomba. Pero no la transportaba de cualquier forma, sino que la llevó consigo metida en una bolsa de plástico. Una aparición que, como bien es lógico, provocó que tanto las personas del edificio como sus alrededores se evacuasen por completo.
Alrededor de 1500 personas evacuadas de la zona ante la peligrosa aparición
Si bien ver al hombre aparecer con una bomba metida en una bolsa de plástico puede resultar impresionante, saber que esta no era cualquier bomba destaca incluso más. Esto se debe a que el anciano llevaba consigo un proyectil de 28 centímetros de largo y ocho centímetros de ancho. Un arma que, según indican, pudo pertenecer en su día al Ejército Imperial.
Debido al imponente tamaño de este proyectil, tomaron la decisión de despejar la zona para garantizar su seguridad mientras la Fuerza Terrestre de Autodefensa accedía al lugar para poder examinar y recuperar el proyectil. Por suerte, esta investigación llevó a que se descubriese que el arma no resultaba peligrosa pues no contenía pólvora.
¿Cuándo y cómo encontró el hombre el proyectil?
La policía indicó que el hombre encontró el proyectil cuando se produjo el derribo de la casa de un familiar hacía ya más de 40 años. Desde entonces, lo mantuvo en su propio ático hasta ahora que, ya con una edad, tomó la decisión de entregarla para asegurarse de que el proyectil fuese tratado de manera segura antes de su muerte.
Ese acto afirman que fue bastante puro, con la intención de cumplir con el bien. Sin embargo, todos coinciden en una misma opinión y es que hubiese sido mucho más seguro que el hombre llamase para que fuesen los policías los que accediesen al lugar a recoger la bomba y, por supuesto, se asegurasen de si era peligrosa antes de moverla.
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