Un calamar gigante de 13 metros para luchar contra los efectos del Covid en Japón

Si todos los países y territorios se han visto afectados enormemente por la crisis del Covid-19, sin duda, las zonas más castigadas han sido aquellas que se dedican prácticamente en exclusiva al turismo. Ya sea por cumplimiento de las normas o por miedo al virus que aún sigue muy presente en nuestro día a día, los viajes turísticos se han paralizado prácticamente por completo, así que las ciudades están buscando formas alternativas de promover el turismo interno.

Debemos recordar que esto no sólo afecta a hoteles o parques de atracciones, otros negocios como restaurantes o comercios se ven perjudicados por la falta de clientes. En respuesta, el gobierno japonés ha estado otorgando subvenciones para promover el turismo y la afluencia de personas del país en zonas rurales, siendo una de ellas para la ciudad de Noto, en la prefectura de Ishikawa. Aunque no te lo creas, la ciudad usó el dinero para crear una estatua gigante de un calamar.

Un calamar gigante de 13 metros de longitud

Los gobernantes de Noto han decidido que lo mejor que se podía hacer con la subvención del gobierno era crear una estatua gigante de un calamar de unos 13 metros de largo y 9 metros de ancho. Un monumento que ha costado 25 millones de yenes, alrededor de 241.500 dólares de las ayudas del gobierno nipón. Y ojo, las ayudas no pudieron pagar toda la escultura, así que la ciudad puso otros 2 millones de yenes de sus arcas.

La estatua del calamar gigante se encuentra en las afueras de un "tsukumall michi no eki" o estación de carretera. Son paradas de descanso al borde de la carretera en las zonas rurales de Japón que ofrecen productos alimenticios y artesanías locales, brindando a los viajeros un lugar para relajarse y refrescarse mientras prueban la cultura local. Son bastante típicos del medio rural nipón y es extraño una ciudad rural que no tenga ninguno.

Dado que Noto es famosa por su delicioso calamar, que se puede encontrar en esta estación de carretera, los gobernantes decidieron crear esta estatua gigante para promover la compra y venta de este manjar. Aunque como medida promocional sin duda una estatua de un calamar gigante destaca, lo cierto es que no han sido pocas las críticas. ¿De verdad era lo mejor que se podía hacer con el dinero?¿Cuántos calamares hay que vender para justificar el precio de la escultura?