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El día que Nintendo gastó varios millones de dólares en guantes por culpa de 'Mario Party'

La veterana franquicia de Nintendo cuenta con un curioso origen que dejó varios niños lesionados.

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'Mario Party' fue una de esas sagas que Nintendo se sacó de la manga para su consola Nintendo 64. La premisa era muy sencilla: un tablero con todo tipo de pruebas a superar con hasta cuatro amigos. La fórmula fue todo un éxito y con el paso del tiempo y nuevas plataformas fue evolucionando.

Pruebas cada vez más locas, más opciones jugables, tableros por doquier y en definitiva una marca que ha sabido encontrar su hueco de forma más que original. Lo que tal vez muchos no conozcan es que 'Mario Party' tuvo un duro comienzo que costó millones de dólares a Nintendo y alguna que otra lesión a niños.

El juego llegó al mercado en 1999. Su estreno fue un rotundo éxito en todos y cada uno de los países, aunque en Estados Unidos y más concretamente Nueva York dejó una de las historias más curiosas que se recuerdan en la industria: decenas de denuncias a la compañía a raíz de varias lesiones y quemaduras en niños ¡por jugar a Mario Party!

Nintendo 64
Nintendo 64 | Pixabay

Y es que con más de 90 denuncias acumuladas, el fiscal general de Nueva York decide llamar a Nintendo por las constantes quejas de padres que, preocupados por sus hijos, veían cómo las manos terminaban destrozadas jugando a 'Mario Party'. "Bastaban 15 o 20 minutos antes de provocar una quemadura de segundo grado", decían algunos padres.

El motivo se debían principalmente y como si de una leyenda urbana se tratara, por la forma de agarrar el mando. En las pruebas donde era necesario el stick, los niños neoyorkinos apoyaban la palma de la mano sobre el stick, siendo esta la causa de las quemaduras.

La forma de jugar de los niños americanos le costó a Nintendo 75.000 dólares para cubrir los costes legales y varios millones de dólares si tenemos en cuenta que tuvieron que se hicieron llegar todo tipo de pares de guantes a las familias afectadas. Una anécdota de lo más curiosa que muchos a día de hoy no logran comprender, empezando por los propios americanos.

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