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Olvidarse el whisky en el congelador: Un desastre que ha dado lugar a un gran misterio que pocos pueden resolver
Meter en el congelador algunos refrescos es un buen remedio para enfriarlos aún más, pero no deberían dejarse olvidados y este es un buen ejemplo.
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Resistir al calor veraniego puede ser un verdadero desafío cuando no tienes tiempo para ir a la playa, darte un chapuzón en la piscina o hacer cualquier otra actividad al aire libre. A pesar de que existen muchos remedios para sobrevivir al verano desde casa, uno de los más populares y efectivos consiste en mantenerse hidratado con agua extremadamente fría. Es bien sabido que las altas temperaturas hacen que sea cada vez más apetecible, por lo que muchas personas optan por meter en el congelador algunos refrescos.
Algunas bebidas pueden guardarse en el congelador. El agua, por ejemplo, resulta ideal para hacer cubitos de hielo o para hacer que permanezca fría durante mucho más tiempo. Sin embargo, hay algunas bebidas que nunca jamás deberían dejarse olvidadas en el congelador porque pueden llegar a “explotar”. Los refrescos con gas se expanden cuando llegan a bajas temperaturas, formando todo un estropicio dentro del frigorífico.
El whisky es otra bebida alcohólica que no debería dejarse olvidada dentro del congelador, sobre todo si se mezcla con agua. Un ejemplo de ello es lo que le ha sucedido recientemente a un usuario japonés. Tal y como lo describe a través de sus redes sociales, se sirvió un whisky con agua y puso el vaso en el congelador para que se enfriara mientras se daba una ducha. Cuando salió del baño se olvidó de que tenía que sacar el vaso, y cuando finalmente lo recordó horas después, se encontró con este desastre.
“Si dejas el whisky con agua en el congelador, acabará pareciendo que tiene un golpe, permanente, así que ten cuidado”, advierte el usuario en referencia al hielo que sobresale del vaso. La publicación no tardó en hacerse viral, ya que abraza un misterio que pocos han podido resolver. No está del todo claro el motivo por el que esto ocurrió.
La teoría más lógica tiene que ver con la diferencia de temperaturas a las que se congelan el agua y el whisky por separado. El whisky es una bebida alcohólica muy difícil de congelar por sí sola, pero haberlo mezclado con agua pudo haber hecho que algunas secciones se enfriaran hasta el punto de provocar este curioso fenómeno.
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