PROBLEMA CULTURAL
Si viajas a Japón, no deberías hacerle esto a las geishas
El problema con las geishas y sus aprendices ha aumentado en los últimos años debido a la multiplicación del turismo en zonas como Kioto.
Japón es uno de los países preferidos por los turistas debido a toda su oferta rica y variada. Desde la más avanzada tecnología, pasando por el manga/anime y una gastronomía muy peculiar, y terminando por una de las culturas milenarias más ricas del planeta. Una figura importante en la cultura tradicional japonesa es la figura de las geishas, una artista tradicional japonesa cuyas labores consisten en entretener las fiestas, reuniones o banquetes.
En la actualidad la figura de las geishas ha disminuido mucho, pero siguen existiendo en pequeño número, aprendiendo sus labores desde corta edad -una aprendiz es conocida como maiko-. Kioto es una de las ciudades que más cuida la cultura tradicional y es habitual cruzarse con algunas geishas en su parte antigua, templos, etc. Pero existen algunas normas de decoro que debes cumplir al ver las geishas, por mucho que nos emocionemos al encontrarlas.
Recientemente se produjo cierta tensión en Kioto al no respetarse ciertas normas de comportamiento de los turistas, normalmente por desconocimiento de las normas. Decenas de personas persiguen a las geishas que caminan por la calle -que no son una atracción- sacando fotografías con cámaras y teléfonos móviles. La tecnología y las redes sociales provocan situaciones tan vergonzosas como las registradas en una grabación recientemente compartida.
Muchas personas no comprenden que no son parte de una actuación, no son una persona disfrazada de Mickey Mouse para animal a los peques. En realidad son geishas y maikos reales que realizan este trabajo como antiguamente y no desean ser molestadas, perseguidas o que se hagan selfies con ellas sin su permiso. En los últimos dos o tres años el número de turistas en zonas como Gion, el barrio de Kioto de las geishas, se ha multiplicado y estos problemas se han vuelto mucho más frecuentes.
Correr detrás de ellas o perseguirlas puede provocar situaciones peligrosas, además de ser una clara violación de la intimidad. ¡Confórmate con verlas y vivir una experiencia fantástica en Japón!