¿Venderías tus mayores secretos para convertirlos en arte?

Japón es uno de los países a los que más de la mitad de la población mundial le gustaría visitar. Y no es de extrañar puesto que se presenta como un lugar donde cualquier cosa parece posible, donde aquello que incluso parece que no pueda ser real jamás acaba encontrando un hueco. Uno de los puntos de esto se presentó recientemente con el arte en carne, un estilo que se ha convertido en toda una revolución en los museos.

Sin embargo, si bien el arte siempre puede sorprendernos, ¿alguna vez te habías imaginado que pudiese estar compuesto por grandes secretos? Esto es lo que propone la artista Ribeka Kimura, una artista que muchos han visto por las calles de Tokio con su Tienda Secreta, mejor conocida como “Himitsuya”, texto que aparece escrito en una especie de choza que siempre lleva consigo mientras viste su ropa de trabajadora de construcción.

Desde 2017, esta artista ha fascinado al mundo con su enfoque único. Y es que, desde ese momento, su arte ha sido como una forma curiosa de “traficar secretos”. Puede sonar extraño y, sin embargo, esa es la base que presentan sus obras. Todos aquellos clientes que acuden a su tienda se encuentran con la posibilidad de compartir sus secretos más profundos y oscuros, cosas que jamás contarían, para entregárselas a Kimura. Pero no se trata de un secreto que vayan a decir en alto, sino que lo anotan para que ella de forma a su arte.

Estas notas anónimas son depositadas en esos cubículos que ella siempre lleva contigo por las calles de Tokio. De este modo, sienten una gran liberación a la hora de compartir sus secretos siendo conscientes de que nadie descubrirá quién los ha escrito. Eso sí, ¿qué se encuentran aquellos que optan por comprar el arte de Kimura?

Aquellos que compran el arte de Kimura se encuentran con una pieza de cemento en el que, en su interior, está situado un secreto que, para muchos, resulta liberador. De este modo nos encontramos con piezas de arte que tienen un valor de apenas 1 yen (aproximadamente 8 céntimos) a billones de yenes. Pero esto no depende de la importancia del secreto, sino del volumen de la obra y el tratamiento de esta misma.

Algunos de estos secretos han sido revelados con opciones que van de “este verano tuve una aventura. Quiero hacerlo otra vez” a temas más inocentes como “compré ropa interior bonita”. Deseos de divorcio, preocupaciones y todo tipo de situaciones que muchos no se atreven a confesar en alto. Sin embargo, Kimura trata todos los secretos por igual y los transforma en una obra única que se ha convertido en algo muy especial para los clientes.

Si bien por un tiempo se vio obligada a parar de vender estas piezas debido a la pandemia, decidió reinventar su negocio para hacer estas ventas online, incluyendo que cada uno pueda enviar sus propios secretos de manera completamente online. Por supuesto, lo que todos esperan es que, en algún punto, alguien lea su secreto al romper el cemento o, incluso, llegue a guardar este como un tesoro. ¿Y tú? ¿Venderías tus secretos para convertirlos en una pieza de arte?