Cómo aprovechar las videoconsolas viejas que ya no utilizas

Termina los juegos pendientes

Con la llegada de una nueva consola a casa, tendemos a quitar la antigua, pero esto no tiene por qué ser así. Si tenemos espacio para varias consolas, no vendría mal que antes de retirar una antigua, completes todos sus videojuegos. Puede que haya alguno que te guste menos o que incluso no disfrutes demasiado, pero al menos no te quedará el remordimiento de haber pagado por un juego que no has terminado.

Exponla en tu estantería o vitrina

Antes que dejar nuestra consola guardada en una caja, quizás sea una mejor idea exponerla el mueble de nuestra habitación o salón. Antes de esto, os recomendamos limpiar a fondo vuestras consolas para que luzcan mejor que nunca. Especialmente las consolas más antiguas se convierten en objetos dignos de ver en un salón. Incluso los propios juegos de la consola también pueden estar expuestos a su lado.

Conviértela en un centro multimedia

La pasada generación nos hemos encontrado con varias consolas que ofrecen la posibilidad de ser utilizadas como un centro multimedia. Si no tenemos reproductor Blu Ray en casa, pero disponemos de una PlayStation 3, por ejemplo, podemos utilizar la consola de Sony para ver películas en Blu Ray.

Venderla a un buen precio

Si decididamente no podemos darle ningún uso a nuestra máquina y lo único que pensamos es en dejarla guardada hasta el fin de los tiempos, quizás no sea mala idea intentar venderla. Eso sí, quizás lo mejor sea esperar a que la consola tenga un elevado precio en el mercado de segunda mano. A día de hoy es relativamente difícil encontrar consolas de los años 80 bien conservadas, motivo por el que se pueden llegar a pagar varios centenares de euros por estas máquinas. Especialmente si conservamos cajas, manuales y demás, acabaremos ganando un pastizal si somos pacientes.

Donarla para una causa benéfica

Si la consola es de hace una o dos generaciones, difícilmente podemos sacarle rendimiento a nuestra venta. Además está el tema de vender todos los videojuegos, y estos incluso pueden ser peor pagados si no disponemos de alguna rareza. La última de las posibilidades por tanto pasa por donar nuestra consola, juegos y mandos a una ONG como Juegaterapia, organización gracias a la que niños hospitalizados pueden disfrutar de videojuegos donados por jugadores altruistas.