¿Crear videojuegos puede destrozar a las personas?

Amy Henning es una de las creativas más reputadas de la industria. No es para menos si atendemos a su catálogo y en el que figura haber trabajado nada más y nada menos que como máxima responsable de la saga Uncharted en Naughty Dog. El camino de Amy ahora está en EA, más concretamente Visceral Games y en cuyo estudio está desarrollando el que está llamado a ser el título de Star Wars más espectacular hasta la fecha.

La propia Henning ha hablado en una reciente entrevista sobre lo exhausto que puede llegar a ser trabajar en títulos tan importantes de cara a la industria y que para más señas cuentan con una gran inversión a las espaldas, los también llamados desarrollos Triple-A.

Lejos de explicar el día a día, Amy se centró en cómo este tipo de situaciones pueden llegar a cambiar a la personas, pero también destrozarlas. “No sé si alguna vez trabajé menos de 80 horas a la semana”; destaca la creativa al recordar su paso por Naughty Dog, padres de Uncharted y estudio en el que figuró durante algo más de 10 años.

Aunque reconoce que en varias ocasiones y en los momentos de mayor tensión era consciente de que se encontraba trabajando “siete días a la semana, con un total de 12 horas al día, llega un momento en el que tienes que coger unos días libres”. Amy asegura que “no cambiaría ninguna de las experiencias vividas en el estudio responsable de Uncharted, pero confirmó durante su entrevista que “tanto esfuerzo, en no pocas ocasiones, no merece la pena”. ¿El motivo? Factores como la ausencia en el hogar frente a sus familias y que en desarrollos de este tipo suelen estar muy presentes.

“Yo no tuve hijos. Elegí mi carrera en muchos sentidos, y me quedo con esa idea”; añadía Amy. “Cuando hacía sacrificios, ¿afectaba a mi familia? Sí, pero principalmente, me afectaba a mí. Cuando veo a otras personas… quiero decir, mi salud se vio afectada, y tuve que cuidarme. Hay personas que han terminado desmoronándose. Está destrozándolas”, concluye.

Un caso similar, y que también ha sido reconocido, fue el de Ken Levine. Durante una de sus últimas entrevista, el creador de la aclamada serie Bioshock confesó que uno de los principales motivos por los que decidió abandonar la saga residía precisamente en el hecho de cómo ésta y su obsesión por ella llegó a consumirlo.