Avance
DefconPlay viaja hasta Génova para jugar a Assassin's Creed IV
Hemos acudido hasta Génova (Italia) para poder probar Assassin's Creed IV en PlayStation 4. Allí, además de probar dos escenas del juego pudimos charlar con el director del juego y con su guionista. Os dejamos con nuestras primeras impresiones y con nuestro videoreportaje sobre el evento.
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Hace una semana acudíamos a la presentación de Assassin's Creed IV: Black Flag que se celebraba en la ciudad de Génova (Italia).
Una presentación en la que, además de asistir a todo un derroche de medios para hacernos sentir muy cercanos al espíritu bucanero, pudimos probar varias escenas del juego final para poder sacar conclusiones sobre el que, sin duda, será uno de los lanzamientos estrella para los próximos meses y que recibiremos, en PS3, Xbox 360 y Wii U el próximo 31 de octubre.
Aunque, la versión que pudimos probar no fue precisamente ninguna de ellas. La organización preparó una veintena de consolas PlayStation 4 con el juego funcionando en su máximo apogeo.
El resultado, lo que hemos podido ver, es un título más abierto de lo que suelen ser los Assassin’s Creed. Un juego en el que tenemos todo un archipiélago por el que movernos y en el en que tendremos que demostrar varias cosas: que somos diestros al timón de nuestro navío y que seguimos siendo mortíferos asesinos.
Lo que aparentemente puede parecer un poco lento y torpe, que es forzar mucho la presencia de barcos en el juego, se torna rápido y con posibilidades estratégicas interesantes. Cuando llevamos el barco, podremos entablar batallas navales, como ya hicimos en Assassin’s Creed III, pero aquí es menos argumental, normalmente, y más un entretenimiento. Digamos que sería como si en los traslados en coche de GTA V hiciésemos algo más que conducir. Como en Assassin’s Creed III también podemos variar la velocidad del barco utilizando distintos juegos de velas, lo que puede hacer que sea todo más rápido y los traslados puedan ser realmente anecdóticos. Nuestro objetivo, en todo caso y por lo que pudimos ver, es realizar diferentes misiones en diferentes islas, llegando en nuestro barco, echando el ancla en sus playas y lanzándonos nadando hacia la aventura.
El juego muestra un acabado gráfico impresionante, aunque no de forma exagerada si comparamos los gráficos con lo visto en anteriores entregas de la serie. Sí, se nota el paso a la nueva generación de consolas pero, sin duda, se ve que todavía la franquicia dará más de si cuando explore mejor las posibilidades de la nueva generación de consolas, así como cuando se libre del lastre gráfico de salir simultáneamente en dos consolas de tan diferente potencial como PS3 y PS4.
Sin embargo, en algunos detalles, como por ejemplo el agua, la cosa se pone increíble. El batir de las olas, el oscilar del agua. Son tantos los detalles que asombran que hace que la experiencia resulte emocionante. Todo un lujo visual que hará confiar en un futuro prometedor a nivel gráfico.
Por último, me gustaría acentuar un poco más el carácter abierto del juego. Y es que, hemos abandonado el mundo de las ciudades y las callejuelas, de las largas caminatas a caballo y de los mundos lineales por completo. La historia de Edward, el abuelo del Connor que controlamos en el anterior Assassin’s Creed, se mueve de una forma diferente, lo que afecta notablmente a la sensación que percibimos del juego. No veremos grandes ciudades, los tiempos de la Constantinopla de Revelations o la Florencia de Assassin’s Creed II han pasado. Ahora, disfrutaremos de mucha batalla naval. El cambio, como todo cambio, se agradece. Y después de casi cuatro horas de juego, no se hizo pesado. Habrá que esperar hasta el 31 de octubre para comprobar si el juego completo está a la altura de esta gran saga en su totalidad como todo apunta que sucederá.
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