Fire Emblem gana cada vez más poder entre las franquicias de Nintendo

Hace ya mucho, mucho tiempo, que salió el primer Fire Emblem. Unos 25 años, cuando para NES apareció el primero de muchos. El que dio nombre, gracias a un objeto sobre el que gira la historia, a una de las franquicias que con el paso de los años ha terminado siendo una de las más importantes que tiene Nintendo. Y es que, poco a poco, y con mucho trabajo a cuestas, su nombre está ya entre la élite de La Gran N.

Está ya entre esos pocos que son capaces de levantar consolas. De vender y vender copia tras copia. Y de hacer que su éxito no sea sólo parte de un continente sino que es ya algo global. Porque aunque le costó salir de Japón, al final lo ha hecho. Aunque le costó triunfar fuera de Japón, con Awakening para 3DS el destino de la saga cambió. Y si cambió fue en gran parte a Super Smash Bros.

La franquicia de lucha hizo a muchos descubrir una franquicia hasta entonces desconocida en Occidente. Con Roy y Marth en Melee se abrió el camino para que Fire Emblem aterrizase en Estados Unidos y en Europa, para que una saga de Nintendo que contaba con 13 años de experiencia en Japón diera un nuevo salto. Un salto que se ha hecho patente. Un avance más que obvio, pues Fire Emblem es ahora, con cinco personajes, una de las sagas que más aporta a Super Smash Bros.

Japón, rendida a Fire Emblem Fates
Y se lo ha ganado. Porque juego tras juego el nivel de calidad ha aumentado. No es un simple SRPG, o juego de rol de estrategia por turnos, es uno de los mejores sino el mejor que hay en todo el mercado. Sus combates, sus mapas, sus personajes y su historia, con su trama principal y otras tantas secundarias, han calado muy hondo entre el público. Tanto que, como dije antes, ya es capaz de vender consolas.

En Japón lo está haciendo. Y lo está haciendo perfectamente. Fire Emblem Fates, la nueva entrega para Nintendo 3DS, lo está partiendo. En pocas semanas lleva más de medio millón de unidades vendidas, y está suponiendo un nuevo impulso para Nintendo 3DS. Su importancia empieza a ser capital para Nintendo, que ya ha apostado el todo por el todo con su llegada a Occidente y occidentalizando sus anuncios, presentando cosas en el E3 y ferias similares.

Awakening, el despertar en Occidente
Le ha costado, pues aunque hubo dos grandes títulos para Game Boy Advance, y otros tantos para GameCube y para Wii, realmente no fue hasta el anteriormente mencionado Fire Emblem Awakening cuando Occidente se enteró de qué iba todo esto. Cuando nos enteramos todos del poder de Fire Emblem y de lo gran título que es. En gran parte fue por la apuesta de Nintendo, aunque el hecho de ser un juegazo (para mí el mejor de Nintendo 3DS con diferencia), también ayuda.

Quizá fue desde ese momento cuando la percepción de Fire Emblem ha cambiado. Cuando ya no son sólo los japoneses los que esperan un Fire Emblem sino que nosotros también lo hacemos. Un Fire Emblem ya eleva el nivel de un E3 o de un Nintendo Direct. Un Fire Emblem es capaz de que su crossover con Shin Megami Tensei sea de los juegos más esperados de Wii U para 2016. Un Fire Emblem es ya una de las franquicias más poderosas de Nintendo, a nivel de crítica, de calidad y de público.