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Análisis

Green Lantern: Rise of the Manhunters

Green Lantern se convierte por primera vez en su historia en protagonista de un videjuego.

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Hal Jordan ya ha conseguido su lámpara y su anillo. Es el primer Green Lantern Humano de la galaxia. Ahora tendrá que vérselas y deseárselas para librar su primer gran desafío: acabar con los robots cazadores de hombres que tienen el sutil empeño de acaban con nosotros y con todos nuestros compañeros.

Como buen juego de superhéroes, Linterna Verde conoce sus limitaciones. Pese a lo que haya conseguido Batman con Arkham Asylum y el futuro Arkham City, los responsables de ese proyecto demuestran conocer perfectamente las limitaciones de Linterna Verde como personaje sobre el que contar una historia en un videojuego y que, cosas como las que hace Rocksteady suceden sólo una vez (o dos, esperemos) en la vida. Por ello, no han intentado partirse la cabeza ideando una forma de introducir todo el universo de los Green Lantern en un videojuego, no quieren contar más historias de las que ya cuentan y no pretenden meterse en lugares donde nadie les ha llamado. Justo al contrario, deciden ir por el camino del medio, por lo fácil y por lo que se sabe, de antemano, que va a funcionar en un juego con dichos personajes como protagonistas.

Al igual que hizo SEGA con su versión de la película de Thor, Green Lantern toma las bases de un God of War para contar la historia. Al contrario que en el título que tenía al Dios del Trueno com protagonista, este nuevo juego no se limita a copiar y hacerlo rápido y como sin ganas. En su lugar, adapta gran parte de los poderes de los Green Lantern al Kratos's Style, llenando la pantalla de grandes batallas, orbes de luz que vuelan hacia ti y fondos con acción directa y mucho artificio. Vamos, todo un God of War en toda regla, pero con modo cooperativo, y la singularidad de tener cierta coherencia la expansión de los ataques de los protagonistas, porque tienen anillos raros, y no como Kratos, que hacía cosas muy raras e imposibles con un par de cadenas y unas cuchillas atadas en su extremo.

Por supuesto, no nos vayamos a confundir, el juego de Green Lantern no es mejor que God of War, para ello le hace falta mayor presupuesto, más argumento y un poco más de carisma del que tiene. Sin embargo, dentro de las copias creadas a la sombra de Kratos, junto a El poder de la Fuerza II, Green Lantern: Rise of the Manhunters puede ser el intento más noble. El nivel de espectáculo es lo suficientemente alto. Y, además, ente medias de las fases de batalla habituales, se han incluído misiones en vuelo, que te llevan a controlar al Green Lantern como si fuese una nave espacial.

Warner ofrece una versión de God of War con los Green Lantern Corps como protagonistas

Warner Interactive ha estado un poco a la altura de las circunstancias en un momento en el que es bastante difícil destacar mínimamente en un videojuego basado en una película. La confidencialidad con la que se cierran hoy en día las películas hace que los creadores no tengan acceso a material imprescindible para elaborar el juego, no da tiempo a hacer algo digno y, al final, todos los juegos de este “subgénero” son realmente olvidables. Sólo el fanatismo de los posibles compradores por ciertos personajes puede levantar las ventas. Y es de agradecer ver que algunos estudios no cuentan sólo con esta arma para vender y que, pese a no esforzarse en la innovación, no salgan al mercado con productos demasiado mediocres.

Por otro lado, la versión de Playstation 3 nos ofrece la oportunidad de jugar con un modo 3D estereoscópico bastante efectivo. Sobre todo a la hora de valorar los fondos del juego, este modo hace su trabajo impecablemente. Se ven batalla lejanas, como debe ser, en la lejanía. Por supuesto, no ofrece un espectáculo de luces y colores fuera de la pantalla, siendo un efecto bastante poco acentuado. Pero, pese a ello, le da un puntillo al juego, dándolo un poco más de cuerpo a los escenarios.

Antes de acabar, mención especial a la versión del juego de Nintendo 3DS, que lejos de ofrecer una versión descafeinada del de las consolas de sobremesa, se reinventa tanto argumental como estéticamente. Un buen punto de interés para los usuarios de la portátil que, esta vez sí, queda un poco por debajo del experimento que hizo SEGA con Thor en este aspecto, en el que, sin lugar a dudas, el juego bueno del superhéroe de Marvel era el de Nintendo DS.

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