Hasta 300.000€ por objetos de mentira: los Ferrari y Tiffany del mercado de objetos virtuales

El mundo de los videojuegos ha cambiado mucho en los últimos diez años. Ahora podemos encontrar ediciones coleccionistas sólo al alcance de muy pocos o multitud de DLC para un mismo título. Si hablamos de dinero y videojuegos en los últimos años han entrado en la lista de ‘sólo para elitistas’ ciertos objetos que bien podrían ser equivalentes a varios sueldos.

World of Warcraft ya es un juego que puede resultar caro a ojos de algunos usuarios. Sistema de suscripción mensual, monturas de pago y un largo etcétera de útiles para los más avezados jugadores. No obstante, un usuario compró por la friolera de 9.500 dólares un elfo pícaro que como ya estaréis imaginando estaba equipado a la última. Eso sí, mérito ninguno por lograr la hazaña de subirlo con sus propias manos.

Counter Strike es uno de esos clásicos que no pasa de moda. Con su última versión Valve introdujo un sistema de cajas y llaves con las que podíamos obtener valiosas skins para cuchillos y armas. Una vez adquiridas tenemos la opción de venderlas a través de Steam o conservarlas en nuestro inventario. No han sido pocos los jugadores que han creado todo un mercado con las skins logradas. La más cara hasta la fecha fue para un cuchillo, 10.000 dólares pagaron por ella, ahí es nada.

Entropia Universe puede que no sea muy sonado a ojos de muchos jugadores, pero hablamos de un auténtico clásico de los juegos online. Este título de ciencia ficción ostenta tener los objetos más caros jamás vendidos. Dado que el título permite total libertad a la hora de llevar la vida de nuestro personaje, muchos de estos objetos aumentaban su valor debido a las proporciones de los mismos o bien su alto coste para conseguirlos. Este fue el caso de la estación espacial Crystal Palace, una monumental localización que alcanzó la cifra de 300.000 dólares. Si casi medio millón de dólares os parece desproporcionado, atentos. El Club Neverdie, un local en el que los jugadores podían pasar su tiempo entre aventuras espaciales, se compró por nada más y nada menos que 635.000 dólares. En el aire queda la preguntas si el comprador logró amortizar la compra en el videojuego.