Impresiones Sonic Boom y el Cristal Roto para Nintendo 3DS

No sabe uno bien qué decir tras probar la demo de Sonic Boom y el Cristal Roto que está en la eShop de 3DS. Por una parte, hay alegría de que tan sólo sea una demostración. Por otra, hay tristeza por ver cómo se las gasta el erizo en su nueva aventura tras ser lo que fue en esta industria. Y finalmente, hay incomprensión en por qué Sega y el Sonic Team permiten que el nombre de su personaje estrella esté en cualquier tipo de producto.

Digo el nombre de su personaje estrella, porque este, directamente, no me ha parecido Sonic. Ya no por el cambio de look tan criticado, sino porque no. Porque para mí, fan incondicional de la saga en los años de MegaDrive y Master System II, que disfrutó de todos y cada uno de sus juegos habidos y por haber, y que sólo me queda el Heroes por probar, esto no es un Sonic.

Realmente, y anque parezca broma, el nuevo estilo visual de los protagonistas ha sido lo que menos me ha chirriado de toda la demostración (salvo el de Knuckles, que es un despropósito en toda regla). Todo es... extraño. Es inquietante. Es confuso. Es justo lo que quería de un juego de Sonic... pero al revés. Sin carisma, sin colorido, sin... ese algo que hacía y hace de sus juegos en los noventa grandes clásicos de la industria.

Triste aspecto artístico
El apartado visual es, en la fase que transcurre en una especie de playa, muy flojo. Los personajes parecen pequeños y su nivel de detalle deja mucho que desear. A todo esto hay que sumar que sus animaciones no son ni mucho menos extraordinarias, aparte de que el nivel se ve muy mal. No sé si decir si es bueno o malo su apartado gráfico, pero se ve mal. Se ve sin color y pobre. No es que le falte una mano de pintura, es que le faltan varias.

Todo es soso. No hay nada que destaque y al mismo tiempo cada elemento que aparece en pantalla es frío y tosco. Sería incluso complicado adivinar, si no nos lo dicen antes, si este juego es de 3DS o de la anterior Nintendo DS. Incluso Sonic CD, en su conjunto, luce mejor en el apartado visual y artístico que este Sonic Boom.

¿Este es Sonic?
Eso sí, la jugabilidad se lleva una nota similar a la del estilo gráfico. Para empezar, la fase de la demo es excesivamente larga... y también repetitiva. No supone un reto, y tampoco hay nada que se recuerde de ella salvo... no, no hay nada que recordar. Puedes estar más de ocho minutos para terminártela, y de hecho yo me he alegrado de acabar dicha fase porque me estaba aburriendo. Pocas veces me había pasado eso con un juego de Sonic.

Me da lástima. Da lástima que ahora el erizo camine sin pena ni gloria. Sí, caminar, porque correr parece que se le ha olvidado. Nuevamente, como sucedió en Lost Worlds, Sonic no corre por sí sólo sino que hay que apretar un botón para que se 'suelte', como si la velocidad fuera una habilidad suya así porque sí y no su principal característica. A todo esto hay que añadir el extraño salto doble y un sistema de apuntado de spin attack malo, que nos dejará vendidos a menudo. Y el inquietante 'látigo' del que disponen todos los personajes. Como es la 'novedad', la fase de la playa abusa de los 'saltos en liana'.

Esta será la única habilidad que tengan todos en común, pues ya después serán diferentes. El truco consiste en ir cambiando de personaje de cuando en cuando para acceder a los recovecos de un inmenso escenario. Eso sí, resulta cansino hacer la pantalla con otro que no sea Sonic. Además, al menos en la demo, Knuckles no tiene el ataque planeador tan característico, por no hablar de Tails y su 'vuelo'. Sticks, la nueva, puede ser una buena incorporación en la aventura.

Una demo que no te vende el juego
Pero qué pocas ganas me ha dejado esta demo de jugar a Sonic Boom y el Cristal Roto para Nintendo 3DS. No falta demasiado para su lanzamiento, aparte de El Ascenso de Lyric para Wii U cuyas impresiones también podéis leer aquí. No parece que vayan a ser los juegos que salven al erizo de la quema... pero ya poco más se le puede hacer. Ojalá volvieran los tiempos de Yuji Naka y ese Sonic Team excelso de los 16 bits, esos tiempos de tantas joyas de las plataformas en 2D con Sonic de estrella.