Spyro The Dragon iba a ser muy diferente a como lo conocemos

En el año 1998, considerado por muchos como el mejor de la historia de los videojuegos, Insomniac Games nos sorprendió en PlayStation con el lanzamiento de Spyro the Dragon. Era una época en la que diferentes personajes se disputaban el honor de convertirse en la mascota oficial de la consola de Sony. El carismático dragón morado fue uno de ellos, pero con una historia detrás que no todos conocen.

Uno de las características que convirtió a Spyro en todo un fenómeno para su etapa en PlayStation fue su carismática estética. ¿Un dragón morado? Hasta entonces, ya sea en libros o el cine, estas emblemáticas criaturas habían optado por tonos rojizos o verdes. Pero el bueno de Spyro estuvo cerca de caer en los tópicos de la fantasía.

Durante la primera etapa de desarrollo del personaje y antes de convertirse en Spyro, Pete era el nombre que iba a tomar el entrañable dragón. Charles Zembillas, su creador, optó por el color verde para dotar de personalidad a la criatura. También entraban en escena las llamativas animaciones, tanto faciales como de movimiento. Tenía que ser capaz de atraer a un público juvenil.

Pero había un problema a la hora de llevar a la práctica todas las ideas, en especial las visuales. Pete, posteriormente Spyro, no se distinguía en los niveles con hierba. Utilizar el color verde para el dragón no fue la decisión inicial correcta para el estudio por lo que decidieron dar un cambio radical al personaje. Optaron por el morado y que además de ser mucho más diferenciador en los niveles aportaba aún más personalidad si cabe a la criatura.

Spyro Reignited Trilogy es la remasterización de la trilogía original del popular personaje que nació en PlayStation. Toys for Bob, sus responsables, han hecho un trabajo encomiable en lo visual adaptando Spyro a los tiempos que corren con un resultado espectacular, pero manteniendo intactas las señas de identidad de la jugabilidad, niveles y personajes.