ANÁLISIS
Super Mario All Stars
Vuelve el Super Mario All Stars que pudimos probar en Super Nintendo en los años 90. Los cuatro primeros Supr Mario Bros en una edición llena de homenajes para el friki y la frika.
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A veces resulta duro echar una vista al pasado. Lo que ves, suele estar recordado entre añoranza y alegría. Y, luego, cuando lo ves en el presente, es burdo y, casi nos atreveríamos a decir que estúpido. Todos hemos intentando hacer algo tan insensato de volver a comer algodón de azúcar siendo mayores. El sabor, maravilloso y arrancado del cielo que tenían cuando éramos pequeños se convierte en algo seco, pero pringoso, realmente empalagoso y del que dudas que realmente sea algo positivo para tu salud.
Pero, ¿puede acaso algo que marcó nuestra infancia volver a casa por navidad sin dejar secuelas ni traumas? ¿Pueden los Super Mario BRos de la NES ser jugados en nuestros días sin que el jugador, añorante y con un recuerdo imborrable, entre setas y nubes voladoras, caiga en un pozo de frustración y desidia hacia el resto de componentes que forman su existencia?
La respuesta es sencilla: sí, claro que pueden, una y cien veces. Mario Bros ha estado presente en nuestras vidas desde hace mucho más de 25 años. Pero, sus carrera de logros videojueguiles, que comenzó con el maravilloso Super Mario Bros de 8 bits, y que continúo con cada una de sus secuelas, siguen siendo imborrables.
Amamos Mario Bros, y debemos hacerlo, no sólo porque el juego sea divertido, o porque siga manteniendo toda su genialidad después del paso de 25 años, si no porque, además, sin él, los videojuegos no existirían tal y como lo hacen ahora. Si Miyamoto no hubiese decidido abrir el scroll horizontal, no habría Sonic. Si no hubiese decidido que los personajes pueden volver a atrás, si no hubiese decidido hacer los mundos en 3D… Todos los debemos algo a Super Mario Bros (y a Miyamoto, por condescendencia). Nos guste o no el personaje, seamos de Sonic, de Ratchet, de Daxter, de Abbe, de Jak, de Donkey Kong, de Kirby, de Commander Keen o del Príncipe de Persia, tenemos que agachar la cabeza y reconocer que sin el fontanero, una vez más, no seríamos nadie. Sin él, no habría nada.
Super Mario Bros: All Stars 25 aniversario viene a recordarnos los primeros pasos de la leyenda. Y lo hace con una edición que su protagonista merece. Para empezar, incluye los cuatro primeros Super Mario Bros de la historia (y el Mario Bros anterior, para jugar en cooperativo con Luigi). Podremos revivir Super Mario Bros 1, 2 y 3 y los Lost Levels (que en Japón fueron conocidos como Super Mario Bros 2 y el Super Mario Bros 2 como Super Mario Bros USA, por cosas del destino). Dichos juegos se pueden probar sin ningún problema en la Wii con el mando en posición horizontal.
Además, y por su fuera poco, incluye un disco absolutamente imprescindible en la vida de todo amante de los videojuegos, que incluye los temas principales de toda la serie Super Mario Bros. A destacar, los geniales temas de Super Mario Galaxy 1 y 2, con una orquesta que hace empequeñecer al mismo universo por el que el fontanero se mueve, o, sobre todo, el genialísimo y pocas veces recordado tema que Koji Kondo compuso para el injustamente olvidado Super Mario Sunshine.
Por supuesto, podemos ponernos bordes. Pagar hoy en día 30 euros por juegos que llevan vendiéndose más de dos décadas, puede parecer una burrada. Tal vez cinco juegos, una banda sonora y un librito en el que se repasa toda la historia del personaje valgan algo menos. En eso hay gustos. Porque, si bien es cierto que los juegos pueden comprarse por menos dinero a través de la consola virtual de la Wii, no sé, parece como que Mario se merece estar en una estantería y no en un disco duro. Se merece que escuchemos su música. Se merece tantas cosas… Que casi será mejor sentarnos a esperar a que salga un All Star 2 con Super Mario World, Yoshi’s Island o Super Mario 64, que ya está tardando.
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