AVANCE
Thief
La saga Thief resucita para gloria de la nueva generación de videoconsolas y para disfrute de todos los aficionados al estilo con el que se hacían los videojuegos a finales de los 90.
Publicidad
En un momento en el que el mundo entero demanda algo más de dificultad, un poco reto para el jugador… en un momento en el que la gente idolatra las mecánicas de títulos como Dishonored frente al espectáculo del mucho más sencillo Call of Duty de turno, reaparece uno de los juegos más emblemáticos de finales del siglo pasado: Thief. Este proyecto, en el que trabajó el emblemático Warren Spector, nos mostraba un mundo entre lo medieval y la ciencia ficción steampunk, en el que teníamos que convertirnos en un ágil ladrón, capaz de adentrarse en el castillo más impenetrable.
Lo que vemos ahora es un fiel reflejo de lo que fue en su momento este clásico, muerto después de las discretísimas ventas de su tercera entrega, y resucitado a la sombra de la acogida calurosa por la crítica de otros juegos como Deus Ex 3.
En el E3 se mostró un retazo de lo que veremos estas navidades, cuando el juego se estrene el próximo año 2014 para las consolas de nueva generación, Playstation 4 y Xbox One, así como para PC.
Uno de los principales detalles que se pudo apreciar es el depurado aspecto gráfico del juego, que muestra con todo lujo de detalles el cuidado diseño de producción del juego, para que la experiencia resulte mucho más inmersiva. En la demo que se realizó a puertas cerradas pudimos ver una incursión nocturna, en la que el ladrón se movía ágilmente desde los patios de un castillo hasta una cámara acorazada en su interior en la que se escondía el tesoro ansiado.
También, y para reforzar la importancia que se le ha dado al guión, se permitió ver una secuencia en la que teníamos que huir de la destrucción de la ciudad en la que transcurría.
La mezcla de géneros, según la elección de modo de juego que decidamos utilizar, sigue siendo el ingrediente más interesante de la función. Como en los tres magníficos episdios anteriores, podremos ser cautos y dedicarnos sólo a pasar cuando nadie nos vean; podemos ser sutiles pero mortíferos; o podemos dedicarnos a no dejar a nadie con vida, con el pecho descubierto. Las tres opciones son igualmente válidas y consiguen equilibrar la experiencia y la calidad para que disfrutemos mucho más de todo lo que puede ofrecernos este juego.
Publicidad