El videojuego prohibido sin el que no habría E3 y cambió la industria para siempre

El E3 es el evento más importante de videojuegos. Los anuncios de nuevas consolas y futuros lanzamientos se aglutinan en poco menos de una semana, disparando el hype de los jugadores. Días cargados de ilusión de los que no estaríamos hablando sino fuera por Mortal Kombat.

La emblemática saga de lucha es culpable de que hoy podamos celebrar el E3 como la mayor feria del videojuego. Aunque en cierta manera hayamos normalizado la violencia en los videojuegos, durante la época de los 90 fue un tema que llenó muchas páginas de revistas y conversaciones en cybers. La violencia en juegos como Mortal Kombat provocó horas de debates en TV, protestas e incluso audiencias en el Senado de los Estados Unidos.

Fueron muchos los que en 1993 trataron de sacar Mortal Kombat de las tiendas. El juego precisamente se hizo popular además de por su calidad, por la controversia que lo rodeaba. El Senador por aquel entonces de EEUU, Joe Lieberman, lo tenía claro: había que regular los videojuegos y proteger a los niños. Nacía así el sistema ESRB, similar al PEGI actual y encargado de indicar las edades recomendadas para cada producto.

En pleno revuelo por Mortal Kombat entró también en escena la Asociación de Software Digital Interactivo. La IDSA era nada más y nada menos que la alianza de los estudios de videojuegos ubicados en Occidente.

La idea de la IDSA era crear una organización que uniera los intereses de las más importantes compañías y estudios del momento, protegiéndose unas a otras. Hasta entonces las empresas de videojuegos iban por libre, e incluso enfrentadas si hablamos de la guerra despiadada entre Nintendo y SEGA. Dicen que la unión hace la fuerza y así fue. En 1995 el E3 abría sus puertas por primera vez gracias a la IDSA. Una edición que contó con más de 200 empresas y hasta 50.000 visitantes.

Los inicios no fueron fáciles pues a pesar de que los organizadores del E3 contaban con el apoyo de SEGA, Sony o Electronic Arts competían contrael CES, el evento más importante por aquel entonces, apoyado por Nintendo y Microsoft. Las aguas llegaron a buen cauce y entre las propuesta presentadas a la IDSA, el E3 fue la que más convenció a los directivos de la organización.