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UN MOTOR A MEDIO GAS

Análisis de F1 2015 para PS4 y Xbox One

La F1 llega a Ps4, Xbox One y PC en su temporada 2015 con todas las novedades que incluye esta campaña, como la pista del GP de México o la presencia de Fernando Alonso en McLaren-Honda y de Vettel en Ferrari. A pesar de las gratificantes y estimulantes sensaciones que desprende este F1 2015, se queda cortísimo en modos de juego con la ausencia de algunos tan importantes como el Trayectoria.

F1 2015

agencias F1 2015

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Es la hora de sentir la velocidad. La hora de saber lo que es volar por el asfalto. La de subirse a un coche de F1 con solo coger el mando de nuestra consola y saborear esas sensaciones de ser un piloto de la mayor competición de monoplazas del mundo. De hacerlo en Xbox One y PS4, de poner en nuestras máquinas el disco de F1 2015 y disfrutar, o sufrir, del 'gran circo' en un título traslada a tu pantalla el 'paddock', las virutas de goma, el calor de la pista... Que te pone al volante de unas bestias que solo tendremos opción de pilotar en sueños.

sí, la verdad es que dicho así todo suena muy bonito, pero lo cierto es que este F1 2015 se podría resumir, para los entendidos, como un motor Honda virtual. Muchos son los que predican del gran potencial oculto que tiene la unidad de potencia japonesa, pero de momento poco de realidad hay. Mucho podrían haber logrado, pero McLaren está ante la peor temporada de toda su historia. Quizá sea algo trágico, pero la verdad es que en Codemasters han hecho un gran trabajo... que se ha quedado a medias.

A medias porque da la sensación de que, como Honda, han velado más por el futuro que por el presente. Por un futuro en el que tener algo que añadir, y para hacerlo lo que han hecho ha sido quitar cosas de forma descarada de esta edición. Para mostrar las alabanzas de F1 2016, han 'capado' al F1 2015. De sobra es sabido lo que cuesta innovar en juegos anuales deportivos, pero para algo están los diseñadores y las mentes pensantes de las compañías. En vez de eso, de emplear minutos, horas o semanas en pensar novedades de peso, han quitado modos de juego.

Un F1 sin ERS y sin DRS
Y no son de los que importan poco. Son algunos como el Modo Trayectoria. Si queréis crearos un piloto y luchar desde abajo para ser campeón del Mundial de F1, este F1 2015 no os va a permitir hacerlo. No hay opción alguna de empezar en Manor y, año a año, carrera a carrera y con sudor y sufrimiento viendo que nuestro coche no va como queremos, acabar en un equipo digno para pelear el título. Eso, que en anteriores ediciones del juego sí estaba presente, en este F1 2015 no está. Y es algo que no se puede permitir ni consentir.

Porque debería haber sido el modo estrella del título. Porque sobre él deberían haber girado los otros. Sin embargo, nada hay sobre lo que girar, y el modo campeonato se presenta como insuficiente para compensar los más de 60 euros que cuesta este F1 2015 en consola. En él tenemos a disposición todas las pruebas del Mundial, eligiendo un piloto de cualquier escudería para luchar por la victoria o para lo que dé de sí el coche. Hace 15 años habría sido perfecto, pero estamos en 2015.

En 2015 no se puede llamar de forma distina al mismo modo de juego. porque este modo Campeonato es personalizable, y si quitamos ayudas y ponemos la duración de cada Gran Premio como real, con todas las vueltas que se dan en las carreras 'de verdad', nos sale otro modo que Codemasters ha tenido a bien separar para rellenar un soso menú de juego. Es una auténtica pena, porque en cuanto se sale de boxes o se apaga el semáforo estamos ante el mayor placer jamás visto de poder conducir un F1.

Demasiados alerones partidos

De poder subirse a un monoplaza y de sentir cada metro de asfalto como si de verdad estuviéramos en la pista. Cada giro, cada bloqueo de gomas, cada vuelta y cada desgaste de neumáticos. Todo está trasladado a la perfección. Esa necesidad de dar vueltas, esa satisfacción de ver cómo ganas décimas, o segundos, con cada intento. Ese medir la frenada, cuidar el motor y la gasolina, modificar la estrategia dependiendo de tus ruedas o de las condiciones de carrera. 

Para los amantes de la F1, es algo que no tiene desperdicio. Algo que te engancha y que te tiene atrapado en cada carrera. Puede que se hagan más largas de lo normal, por la opción que tenemos de 'rebobinar' por si cometemos un fallo o por si nos dan un buen golpe. Esto, lejos de ser algo extraño, es más habitual de lo que debiera. La IA comete auténticas locuras y tiene problemas serios a la hora de medirse en su agresividad. Se arreglará con un parche, pero estar en plena recta y ver cómo eres embestido por detrás... pasa demasiado.

Vamos, que de no ser por la opción de ir hacia atrás podríamos perder carreras por culpa de otros teniendo además que ver cómo los sancionados somos nosotros. Además, la IA también falla en la entrada a boxes, viendo absurdas situaciones como dos pilotos del mismo equipo entrando a la vez y perdiendo valiosos segundos. Otro error de la simulación es el inquietante uso del DRS. No se sabe cómo funciona... al menos el juego no sabe cómo funciona.

Realismo, lluvia... y 'tearing'
Quitando eso, y el preocupante 'tearing' que sufre el título al menos en su versión de Xbox One (fallo imperdonable en los tiempos que corren), todo lo que sucede en pista es gratificante y estimulante. Sobre todo si conduces un Mercedes. Los plateados son muy superiores al resto de coches, sobre todo en carrera, y aunque McLaren-Honda suele estar en zona de puntos, ver cómo te pasan todos como aviones en rectas y esa imposibilidad de pasar de 300 km/h por la poca potencia del motor es bastante realista, por desgracia para Fernando Alonso.

Cada coche tiene sus características, unas que podemos ver cada fin de semana de Gran Premio. Los que son rápidos lo son en el juego. Los que van bien en curva lenta van bien en F1 2015, y si en curva rápida son veloces lo son. Además podemos elegir nuestro propio 'set up' para equilibrar el monoplaza a nuestro estilo de conducción y a las particularidades de la pista. Monza no es Montecarlo, y Montecarlo no es Monza. Montar más carga o menos carga podrá darnos ventaja sobre nuestros rivales.

Mención aparte hay que hacer para la recreación de la lluvia. La climatología es cambiante, y aunque comencemos una sesión en seco bien podemos terminarla en mojado. No es lo mismo montar 'slicks' que intermedios o de lluvia extrema, por lo que hay que ser cuidadosos y elegir bien el momento de entrar en boxes. Gráficamente es sublime. El spray que deja el agua jamás ha sido tan realista y esa sensación de agobio, de no ver más allá de lo que tenemos a un par de metros está recreado a la perfección.

Un multijugador incompleto
Ahora bien, dicho esto, también hay que dar otro 'palo' a Codemasters por el mal trato dado al multijugador. sí, tenemos partidas a 16 jugadores (cuesta bastante encontrar una), pero por contra nos dejamos la pantalla partida para otra ocasión y la opción de disputar un Mundial junto con un amigo compartiendo equipo, bien sea online u offline. Otra cosa que poner en F1 2016. Otra cosa que han quitado con respecto a anteriores ediciones.

Así pues, si sabemos perdonar ciertos defectos en cuanto a modos de juego, y si damos todo por subirnos a un Fórmula 1, este F1 2015 es vuestro juego. Como pro, para no terminar por lo bajo, destacar la presencia de la temporada 2014, algo que no es ni mucho menos baladí. Alonso en Ferrari, Hockenheim en lugar de la pista de los Hermanos Rodríguez de México, y 22 coches por la presencia de Caterham. Como tener dos juegos en uno.

Futuro prometedor; presente con luz y sombra
Habrá que esperar eso sí para tener el juego de F1 definitivo. Codemasters ha dado con la tecla en la jugabilidad y en el hecho de trasladar la Fórmula 1 a nuestras consolas y PC, pero ha fallado, quizá adrede, en cuanto al número de modos de juego. Pensando en el futuro se olvidaron del presente, aunque no hay duda que este F1 2015 va a ser todo un éxito. Si todo se reduce a las sensaciones al volante, el éxito está más que justificado. Si somos fans de Alonso y de McLaren-Honda estamos de alegría: en el juego el coche no se rompe solo.

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