EXPECTATIVAS CUMPLIDAS
Análisis: Resident Evil VII vuelve a los orígenes del terror
El nuevo episodio de la franquicia aporta cambios pero también retoma elementos olvidados.
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Ya está con nosotros Resident Evil VII, el esperado regreso de la franquicia en su serie numerada y que tras meses de incógnitas parece haber cumplido con las expectativas para los usuarios más fieles de la saga. Se han incorporado elementos que en un principio parecían no encajar en la marca, pero la esencia y factores clave de los títulos originales se ha recuperado.
Terror en Louisiana
Resident Evil VII nos pone en la piel de Ethan, un chico que se adentra en las inhóspitas tierras de Louisiana con el fin de encontrar a su novia Mia, desaparecida hace la friolera de tres años. ¿Qué ha llevado a Ethan a encontrar una pista sobre el paradero de su chica? Nada más y nada menos que una nota que lo “invita” a visitar una granja apartada de la sociedad, la casa de los Baker.
Desde que entramos en la citada casa de los Baker podemos apreciar que Capcom ha tomado nota del feedback de los seguidores de la franquicia y cómo éstos querían volver a experimentar la sensación de soledad y de estar indefensos ante cualquier tipo de peligro. No os vamos a desvelar más detalles sobre la trama, pero ya os adelantamos que los diferentes integrantes de la familia Baker no os darán tregua, siendo cada uno de ellos más mortífero que el anterior.
Antes de pasar a lo jugable, cabe destacar que Resident Evil 7 destaca sobre sus predecesores, en especial las entregas 4, 5 y 6, por retomar la tensión y desasosiego propias de los primeros juegos de la marca. La cámara en primera persona ayuda a la inmersión y aunque para muchos suponga el cambio más radical con respecto a otros episodios numerados de la misma, hay que recordar que Resident Evil se concibió en primera persona, sólo tenemos que recordar ya en aquel primer título escenas como las relacionadas con abrir puertas.
Mientras que la cámara es sin duda el elemento más destacable en lo que a cambios se refiere, todo lo demás respira a Resident Evil por los cuatro costados. Desde la recolección de elementos y saber cuándo utilizarlos, los puzzles, los puntos de guardado, la escasa munición y la exploración. La historia atrapa desde el primer momento en el que entramos en la casa de los Baker y la jugabilidad ayuda a que separarnos de la pantalla o TV sea francamente difícil.
Piensa. Gestiona. Sobrevive
“¿Hay zombies? Todo Resident Evil tiene que tener zombies para generar tensión y angustia. Es la marca estrella de la casa”; diría el fan clásico de la saga. Sin entrar en detalles sobre su presencia o no, ya os adelantamos que Capcom ha logrado que la ambientación y presencia de los miembros de la familia Baker sea más que suficiente para hacérnoslo pasar muy pero que muy mal.
En lo que al apartado jugable respecta, deberéis tener claro que la exploración y la administración correcta de recursos será clave para sobrevivir. La aventura nos deja escoger dos niveles de dificultad, Fácil y Normal. Ambas son accesibles para veteranos y recién llegados a la franquicia en caso de que se sigan los pasos anteriormente mencionados; pero donde se ponen las cosas complicadas es una vez terminado el juego y desbloqueamos el modo Manicomio. Los enemigos harán mucho más daño, la escasez de munición será una constante además de que guardar partida necesitaremos de cintas de cassettes que como podréis imaginar están escondidas.
Además de la exploración y saber administrar los recursos también destaca en la jugabilidad la exploración. Gracias a ella no sólo descubriremos objetos que nos serán de ayuda, sino que también elementos que ahondarán en el trasfondo de la historia. Dicho esto, junto a fotografías y recortes de periódico, también estarán repartidas a lo largo y ancho de la casa cintas de vídeo en las que podremos descubrir el fatídico, o no, destino de anteriores visitantes a la misma.
Todo en Resident Evil VII respira a esencia clásica dentro de la marca, pero añadiendo aún factores que incrementan el terror y la tensión. Ya hemos mencionado que perspectiva en primera persona es una de ellas, pero cabe destacar que la iluminación y el apartado gráfico en líneas generales hace su papel de forma brillante. Desde las motas de polvo, pasando por la poca luz que entra por las ventanas junto a una mezcla de sonido que pone literalmente los pelos de punta. Puede que Resident Evil VII no sea el techo gráfico de PlayStation 4 o Xbox One, tampoco en PC; pero no cabe duda de que aunque se le vean las costuras en ciertos momentos - en especial las texturas - el juego cumple con su propósito: resultar incómodo y desagradable para el jugador.
Aunque Resident Evil VII sea toda una experiencia obligada para los amantes del terror, el juego también arrastra ciertos problemas que lo alejan de la excelencia. Uno de ellos es el echar en falta más variedad en los enemigos. Los Baker están a la altura de resultar inquietantes, además de ponernos en situaciones más que comprometidas llegados el momento; incluso podríamos llegar a pensar en ellos como enemigos finales que, como ya viéramos en Resident Evil 3: Nemesis no cesarán en su empeño de perseguirnos. Más allá de esto, el resto de adversarios no se caracteriza por una IA y diseño que apueste por la variedad. Por otra parte, los puzzles aunque destacan por ser originales y mantenerse fieles a la saga, pero no sobresalen por su dificultad. Mismo caso ocurre con el resto de enfrentamientos y en general la exploración, echándose de menos un desafío mayor y que encontraremos en Manicomio.
Resident Evil VII vuelve por todo lo alto
Después de desgranar por completo la experiencia Resident Evil VII, ¿podemos decir que merece la pena? Sin lugar a dudas. Capcom ha recuperado todo aquello que demandaban los fans de la franquicia, pero también aportando cambios necesarios, más actuales y que han sentado a las mil maravillas a este séptimo episodio numerado.
El terror y supervivencia son los grandes protagonistas de la aventura, junto con la estremecedora casa en la que tiene lugar la historia de Ethan. Los Baker se han convertido en enemigos con carisma, siendo capaces de aparecer en nuestras peores pesadillas. La exploración, los puzzles y administración de recursos también regresan por todo lo alto. ¿Se puede pedir más?
Resident Evil VII es una mirada al pasado pero con todo lo que puede funcionar en pleno 2017. Una vez estamos frente a él, por la sensaciones que genera, su tensión y vivir cada punto de guardado o recurso como si éste fuera a salvarnos la vida; es entonces cuando nos damos cuenta de que Resident Evil VII es una sorpresa en mayúsculas, despejando así todos los fantasmas pasados en la saga y al que incluso se le perdonan sus pequeños fallos.
Lo Mejor
Los Baker destilan personalidad
Jugabilidad clásica ahora en primera persona
La sensación de inmersión, terror y tensión es imponente
De lo mejor que vais a encontrar en el género en muchos años
Lo Peor
Ciertos “desperfectos” a nivel gráfico
Se echa en falta algo más de variedad en los enemigos
Un pico más de dificultad hubiera redondeado la experiencia
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