Análisis
Killzone Mercenary
Llega el espectacular estrenod e Killzone en PS Vita.
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En muchas ocasiones, tanto Sony como alguna que otra third partie han intentado explotar alguna de sus series de videojuegos más exitosas en consolas portátiles como PSP o PS Vita. Los resultados han sido de lo más diversos. Aunque, pese a contadas ocasiones, los resultados no han sido demasiado esperanzadores (salvo contadas excepciones como Metal Gear Solid: Peace Walker). Lo que obtenemos, habitualmente, es una versión descafeinada y que, pese a que se parece al original en algo, siempre parece hecho más rápido y con demasiado poco dinero. Un envoltorio florido que no tiene demasiado que ver con los estupendos referentes mayores. Dentro de este ejemplo tenemos juegos como las versiones de PS Vita de Uncharted, Call of Duty, Resistance o Assassin’s Creed. Los juegos buenos para las plataformas portátiles, por lo tanto, quedan en manos de licencias nuevas y que nacen diseñadas para gustar en cualquier parte, pero nunca al revés.
Sin embargo, una consola como PS Vita merece un título que demuestre, definitivamente, todo el potencial que tenemos entre manos, nunca mejor dicho, es equiparable al de una consola de sobremesa. Y para ello, lo ideal es trabajar sobre un juego que ya conocemos en dicho soporte. Killzone Mercenary nace con dos propósitos: el primero, demostrar que dentro de PS Vita puede entrar un Killzone hecho y derecho. Nada de juegos inspirados en el universo del juego de Guerrilla, un título que tenga presencia por si mismo y que no quede como algo menor.
También, y esto es lo más importante, la consola necesitaba un shooter en primera persona que demuestre que no existe una diferencia ergonómica entre la consola y un mando. Jugar a Killzone Mercenary debe ser igual de interesante que probar Killzone 3 en tu Playstation 3.
Todo ello se cumple con creces en este juego. Es realmente esperanzador ver el trabajo que han realizado los chicos de Guerrilla Cambridge (estudios anteriormente conocidos como SCE Cambridge, pero que al destinarlo como los encargados de realizar nuevos juegos de Killzone para PS Vita, han pasado a formar parte de la familia Guerrilla), dándonos el primer vistazo real de lo que nos va a deparar el futuro con la consola de Sony.
Para diferenciar esta serie de la, de momento, trilogía original, se ha creado un nuevo hilo argumental, situado después del Killzone original. Volvemos a estar en medio de la guerra entre ISA y Helghast, pero esta vez no formamos parte de ningún bando. Somos mercenarios y, cómo tal, tendremos que movernos dependiendo del dinero que se ponga encima de la mesa.
Con el dinero que vayamos ganando, vendiendo nuestra puntería al mejor postor, podremos hacernos con mejor equipo y conseguir mejores ofertas.
El juego se presenta con una campaña interesante, por lo imprevisible que es todo el argumento debido a nuestra profesión, así como con tres modos multijugador en los que pueden participar hasta 8 personas simultáneamente.
La experiencia que propone este nuevo juego es interesante, es divertida pero, sobre todo, es completa. No es un cacho de algo que podía haber sido, si no que es un juego con entidad propia y con su encanto personal. Gracias a la parte “mercenaria” vemos un título lo suficientemente diferente a los originales como para que no se noten demasiado las carencias y, por otro lado, vemos un juego realmente espectacular en el apartado visual como para notar que estamos en una versión pobre. Tanto la propia Sony, que patinó algo con los anteriormente mencionados Uncharted y Resitance, como el resto de compañías deberían tomar este juego como referente para ver cómo trasladar sus juegos a la consola portátil de Sony. Con juegos así, tal vez, en un tiempo el destino de la consola sea algo más esperanzador y dejen de surgir agoreros hablando de hecatombes que, realmente, a ningún amante de los videojuegos le interesan.
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