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Análisis - N3DS

Nos damos un paseo por Yoshi's New Island

Vuelve Yoshi, esta vez para hacer de las suyas en un entorno 3D, con un juego que peca de ser demasiado parecido a todos sus antecesores, aunque con un acabado, tanto gráfico como sonoro, que hará que merezca repasar todos los lugares comunes de la serie una vez más.

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El catálogo de cualquier videoconsola que se precie se llena constantemente de nuevas secuelas, nuevas versiones de lo mismo. Algunas son mejoradas, otras copiadas, otras parecidas.

De repente, algunas compañías, relanzan una serie que sufre un importante cambio. Otras siguen erre que erre con los mismos conceptos, con las mismas ideas.

Esta última técnica tiene una corriente de opinión en contra. Muchos son los jugadores que piden ideas frescas, novedades… Unas veces se les concede, otras ni se les escucha. Y ahí está Nintendo. Una compañía que sabe vender lo mismo como si fuese diferente. O, para que nos hagamos una idea: una compañía donde, si entras, entiendes cada movimiento y si te quedas fuera, te parece todo una tomadura de pelo. Estos últimos, lamentáblemente, se pierden algunos de los mejores momentos del videojuego de ayer, hoy y siempre.

Que Nintendo a estas alturas saque un juego como [[LINK:EXTERNO|||http://yoshisnewisland.nintendo.com|||Yoshi’s New Island]] es motivo más que suficiente de enojo y batalla en las redes. Pero también de gran regocijo para todos sus jugadores.  Todo el mundo criticará en inmovilismo de la compañía, la falta de ideas, la carencia de propuestas interesantes. Porque, al igual que podemos alabar cada uno de los cambios sufridos en cada entrega de Super Mario Bros, es cierto que este juego no ha cambiado prácticamente ningún aspecto de su jugabilidad de cuando se estrenó en Super Nintendo. Es exactamente lo mismo, casi parecería que hasta los mismos niveles. Sin embargo, todas estas ideas, todas estas críticas, funcionarían sólo si nos quedásemos en la superficie, que es un terreno en el que se mueve cómodo este juego, y no si nos adentrásemos en él.

Sí, a Yoshi’s New Island le sobra casi el New. Tiene poco New. Ni los huevos gigantes, ni las fases vehiculares resultan demasiado New. Pero jugar a una partida con el 3D a medio fuelle en la enorme pantalla de una Nintendo 3DS XL, bien de brillo, es lo más cerca del Nirvana que puede llegar a estar un ser humano hoy en día.

El juego mantiene toda la jugabilidad, todas las ideas, todos los conceptos del original: plataformas simples, con sus segundos separado de Baby Mario, con los mismos enemigos, con los mismos retos de rejugabilidad y con el mismo nivel de dificultad. Y, con un temor muy comprensible de cargarse una idea que funciona al 100% metiendo novedades que no lleguen a cuajar en el público al que va destinado el juego, se ha optado con hacer que, simplemente, todo lo que veamos en pantalla sea aún más bonito que en la edición anterior. Tenemos que recordar que no hace mucho de la versión de DS.

Jugar a una partida en la enorme pantalla de una Nintendo 3DS XL es lo más cerca del Nirvana que puede llegar a estar un ser humano hoy en día

Todavía nos acordamos de ella. Y, sí, nos gustó tanto como esta, pese a ser prácticamente idénticas. Si cabe, aquella aprovechaba mejor el juego de la doble pantalla, que aquí se escapa, al introducir la partida en una única, con el 3D como máximo baluarte. En este aspecto tenemos que decir que, pese a todo, es un juego que no usa bien esta tecnología, marcando en un entorno 2D claramente la colocación de diferentes planos más cercanos o más lejanos, pero que mientras que Donkey Kong Country Returns mostraba claramente en el mismo plano de 3D los elementos que nos pueden afectar, aquí vemos cómo algunos objetos que van directos a nosotros están en un plano más cercano que el propio protagonista, o afectado de sus ataques. Lo cual puede resultar confuso. ¿Se ve bien? Sí. ¿Es erróneo? Indudablemente.

Y, pese a todo, pese a que la edición de DS nos pareciese más completa en algunos aspectos, pese a que no sea innovador, pese a que no use bien el 3D, el juego sigue siendo hipnótico, preciosista, emotivo y una experiencia maravillosa. Porque los acabados no estuvieron mejor acabados nunca, porque se mueve en una consola que cada vez tiene mejores juegos, porque nos sigue recordando a una época mejor, la de SNES, en la que todo lo que se lanzaba acababa por ser leyenda. Pro todo lo cual, afirmamos que Yoshi’s New Island sigue siendo tan fresco como el primer día, porque entonces lo fue y, hoy, como 20 años después, sigue siendo lo mejor. Tanto la música como sus gráficos denotan la perfección de un concepto. Cuando lo ves en movimiento, con la consola en la mano, sabes porqué quitaron la doble pantalla, sabes por qué decidieron no evolucionar conceptos, sabes por qué es todo lo que es. Y lo disfrutas, vaya si lo disfrutas. El juego es demasiado bonito para no hacerlo.

Bueno, y claro que tiene algunas novedades: como últimamente sucede en los juegos de Nintendo, no se ha tocado demasiado la dificultad, para que los jugones puedan dejarse los piños en cada esquina, pero tampoco se ha atacado por ello a los menos hábiles. Después de un número de muertes, podremos elegir si seguir esforzándonos, o si permitimos que Yoshi vuele. Si no lo conseguimos, pese a estos nuevos poderes, podremos hacer que, además de morir, se haga invencible. Si no te lo pasas así, amigo mío, búscate otra afición.

En definitiva, más que un Yoshi's Island 3, sería un 1.3. Lo mismo que en Super Nintendo, las mismas ideas, pero con ese punto de perfección que sólo Nintendo sabe dar a sus juegos cuando sacan una nueva entrega. Como dijimos, si lo pruebas, lo comprenderás. Si sigues mirando Nintendo desde fuera, obviamente, te parecerá una pantomima. Y, mala suerte, serás un 5% menos feliz por no escuchar las dulces melodías que aparecen en el juego.

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