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LA MASCOTA VIRTUAL

Efecto Tamagotchi: el síndrome psicológico que recibe su nombre de la famosa mascota virtual

Los usuarios de este famoso entretenimiento de los años 90 pueden verse afectados por el Efecto Tamagotchi, al desarrollar demasiado cariño con la mascota virtual.

Tamagotchi

Tamagotchi Wikipedia

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Tamagotchi es un dispositivo de entretenimiento que en los años 90 fue la sensación entre los niños y niñas. Una mascota virtual que residía en un pequeño huevo, y de la que tenías que cuidar para que no se muriera. Le dabas de comer, jugabas con él y, por supuesto, lo tratabas si enfermaba. Debido a su popularidad, el dispositivo lleva muchos años en el mercado con muy buenas ventas, aunque por supuesto mejorando sus funcionalidades y llegando a más plataformas. Ahora, incluso, puedes jugar con Tamagotchi en tu móvil.

Ojo, porque una mascota virtual de este tipo puede ser germen de ciertas "dolencias". Si no entendemos que se trata de un pequeño juego, algo que podemos reiniciar siempre que queramos, podemos estar afectados por el llamado Efecto Tamagotchi. Este efecto, en realidad, toma el nombre de la famosa mascota virtual japonesa creada por Bandai, sin embargo, es posible sufrirlo con cualquier otro programa o entretenimiento. Es cuando desarrollamos un vínculo emocional con máquinas, robots o programas.

Los humanos tienden a unirse emocionalmente con cosas inanimadas, cosas que no tienen emociones. Esto se da mucho más en programas o productos que reflejan algunos aspectos del comportamiento o las características humanas, por ejemplo una cierta inteligencia artificial y relación falseada con las personas. Obviamente el ejemplo más conocido y masificado es Tamagotchi, motivo por el que lleva dicho nombre. Pero puede darse con un videojuego, un peluche o cualquier otro objeto.

Tamagotchi
Tamagotchi | Wikipedia

Se cree que las primeras grandes evidencias de este efecto surgieron con los primeros modelos de Tamagotchi en llegar al mercado. En las primeras versiones la esperanza de vida de la mascota era nula. Si el usuario pasaba medio día sin atenderla, se encontraba con ella muerta, teniendo que reiniciar el aparato. Esto causaba una cierta angustia emocional en los usuarios y los obligaba a estar todo el día pendientes. Se creaba un vínculo emocional con el aparato, en ocasiones obsesivo.

Existen dos lecturas por parte de los profesionales sobre el efecto Tamagotchi durante estos años de existencia. Mientras que obviamente no es bueno obsesionarse con nada, una segunda lectura positiva es que se trata de una alternativa segura a una mascota real para aquellos que pueden no ser capaces de cuidarla adecuadamente. Una forma de practicar y de estar pendiente de una mascota, sin poner en peligro la vida de ningún animal.

Saber que el Tamagotchi morirá si el humano no actúa es uno de los principales motivos por los que la gente puede verse afectada por este síndrome. El Efecto Tamagotchi se amplió entre los usuarios en el momento en que las mascotas virtuales se convirtieron en tendencia y eran usadas como ropa o joyas. Es más, el efecto puede darse tanto en niños como en personas mayores, que deben ser conscientes de que en realidad es un producto inanimado.

El Efecto Tamagotchi a menudo es utilizado por las empresas de marketing para promocionar productos, ya que es una forma de mantener al cliente "enganchado" toda la vida. Las empresas pueden ajustar sus estrategias de marketing para centrarse en este tipo de personas.

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