Vende a escondidas la colección de más de 1.000 juegos de su marido para gastarlo en caprichos

Imaginad por un momento que desde hace años os dedicáis en cuerpo a alma a la colección de videojuegos, no sólo a aquellos que más os gustan y a los que guardáis un especial cariño, sino también a adquirir aquellas joyas ocultas de la industria o que a día de hoy son difícilmente localizables.

Con el paso de los años, y como ya estaréis imaginando, la colección se revalorizaría con el tiempo; además de ser los afortunados de tener en vuestra colección obras que muchos ya quisiera. Hasta aquí todo normal, ¿verdad? Ahora pensad por un instante que de la noche a la mañana esa gran biblioteca desaparece por el despiste de vuestra pareja.

Este ha sido el caso de una pareja japoesa. Él, el protagonista de la historia, el asiduo coleccionista de videojuegos y que sin ir más lejos su biblioteca de NES alcanzaba la friolera de más de 1.000 títulos, algunos de ellos y de forma individual valorados en más de 600 euros cada uno.Ella, la despistada mujer que sin saberlo vendió algunas de las joyas que nos ha dejado el sector.

¿Pero que llevó a la mujer de este amante de los videojuego a vender semejante colección? Comprar decenas de bolsos y joyas. Sí, tal y como habéis leído. Lo peor no termina aquí, pues la pareja del coleccionista decidió vender la biblioteca de su marido a un precio de risa, detalle por el cuál se percataron en foros no sólo de a quién pertenecían los juegos y en general la colección, sino que decidieron ponerse en contacto con el hombre.

A pesar de las opiniones de los usuarios en foros, el hombre decidió no divorciarse de su pareja aun por haber perdido tan importante colección. La hipoteca y sus hijos hicieron que el marido continuara del lado de su mujer.

Así es la mayor colección de videojuegos del mundo

El medio anglosajón GamesRadar ha visitado a Joel Hopkins, un australiano que asegura tener la colección de videojuegos más grande del planeta. Y por las imágenes que se han podido ver de su recinto, razón no le falta: Hopkins tiene más de 18.000 títulos en su propia casa, de todas las consolas e incluyendo títulos para los primeros ordenadores o máquinas recreativas.

En la planta inferior de su hogar, Hopkins ha realizado con sus propias manos un recinto perfecto donde exponer su colosal colección. Los videojuegos están colocados a la perfección en sus estanterías, ordenados por consolas y disponibles en cualquier momento. Tiene cada consola conectada a una televisión, de modo que puede disfrutar de cualquier título de su colección en cualquier momento, de forma sencilla. También cuenta con una habitación dedicada especialmente a las máquinas recreativas, con algunos títulos clásicos de siempre.

Este coleccionista inició su periplo en los 90, buscando gangas de los juegos que le gustaban y de grandes clásicos, pero admite que no le importa jugar a títulos clásicos o a nuevos: le gustan los videojuegos de cualquier época. Hopkins admite que no se le pasa por la cabeza ni vender su colección al mejor postor ni donarlo a algún museo, ya que sencillamente disfruta adquiriendo títulos de cualquier época y colocándolos lo mejor ordenados posibles en su recinto personal. No busca juegos extraños, aunque tampoco los rechaza, ni rastrea el mercado para especular, sino que colecciona lo que le gusta.

Una colección que a cualquiera le gustaría tener en su hogar, y que Hopkins disfruta y muestra con orgullo. Decorada con gusto gracias a detalles "freaks" de todo tipo, y ordenada meticulosamente. Hopkins admite que actualmente está en negociaciones con el Libro Guiness de los Récords para incluir su colección en la próxima edición, aunque todavía están verificando su logro.