La crítica más tonta de Watch Dogs

Si un videojuego es violento, enseguida habrá alguien que acuse de que se están promoviendo conductas en las personas que, curiosamente llevan acompañando a la raza humana desde el comienzo de la humanidad. Si un videojuego representa la vida de un ladrón, se dirá que incita al latrocinio. Por supuesto, todo está acentuado por el éxito cosechado por este nuevo juego. Es el caso de Watch Dogs, un juego que ha llamado demasiado la atención mediáticamente como para que no surgiesen, de repente, nuevas e insospechadas críticas. El nuevo objetivo para atacar al juego poco o nada tiene que ver con la resolución a la que se presentó o si han conseguido o no trabajar a 60 fps en PlayStation 4. Lo que ahora irrita es cómo nos puede afectar jugar a Watch Dogs.

El político conservador nortamericano Glenn Neck, uno de los representantes de la derecha mediática del país, se ha dedicado en sus últimas apariciones a criticar duramente el nuevo juego de Ubisoft. En sus declaraciones cree firmemente que el juego no hace otra cosa más que incitar al hackeo. Como si fuese jugar y los chavales se dedicasen a ir por la vida manipulando cámaras de seguridad y sacando a placer dinero de los cajeros automáticos. Yo ayer jugué ya ya he hackeado todo lo que he encontrado en la vida. Como cuando jugaba Assassin's Creed y escalaba todas las fachadas que me ponía por delante.

Además, el desinformado Beck declara que ¿Por qué tenemos que ser antihéroes? ¿Por qué tiene la gente que romper la ley? ¿Por qué no podemos ser un Superman? ¿Por qué no podemos hacer lo correcto? En su lugar, no hay nada más que anti-héroes”.

Sobre esto, insistimos, una profunda y hueca desinformación. Si juegas 20 minutos a Watch Dogs encuentras un juego en el que, además de coger a los malos y proteger a su familia, Aiden Pierce se dedica durante todo el juego a detectar con su Smartphone posibles crímenes en la ciudad. Una vez que los localiza, defiende o salva a las víctimas, convirtióndose en un héroe. ¿Has oído, Beck? Un hombre que salva a su familia y salva a sus conciudadanos. Es mucho menos oscuro en el planteamiento que Batman. ¿O el Caballero Oscuro también te parece un anti-héroe, Beck?

Para excusar su discurso, el bueno de Beck declara: “el concepto es aprender a hackear y ser un voyeur de todo el mundo, espiando a la gente incluso en sus dormitorios a través de sus teléfonos. El juego te enseña a entrar en los dormitorios de las personas. ¿Qué demonios nos está pasando? ¿En qué pensamos? Enseñamos a nuestros hijos a hackear por diversión.”

En serio, Beck… ¿A eso es a lo que has jugado? ¿Intentabas tú o tu hijo mirar a la gente en sus dormitorios? Personalmente, yo cuando jugué, no hice otra cosa que intentar defender a mi familia y coger a los malos. Charlton Heston se habría sentido orgulloso. Y, sin embargo, lo único que sacaste en claro tú es que se podía ver a la gente en sus dormitorios. ¿Y qué hacían, Beck? ¿Acaso el juego no te gustó porque no quedaste satisfecho con lo que viste, Beck? ¿Escondes algo, Beck? ¿Algo oscuro?

Una vez más, menos censurar la ficción y más controlar la realidad. De nada sirve que nos enojemos por ver en el mercado juegos que, evidentemente, no queremos jugar, y más controlar que los jóvenes de todo un país puedan acceder a armas para emular las cosas que ven en la tele.