Neox Games » Noticias » Opinión

INSOPORTABLES

Los personajes de videojuegos más odiados de la historia

Hemos hablado en alguna que otra ocasión de los personajes y nombres que a lo largo de la industria que más huella nos han dejado, pero ¿qué hay de esos que no podemos ver ni en pintura?

Team Fortress 2

Defconplay Team Fortress 2

Publicidad

El perro de Duck Hunt

Duck Hunt
Duck Hunt | Defconplay

Empezamos fuerte el top con una de las mascotas, por llamarlo de alguna manera, que más odio genera entre los jugadores. Y no es para menos la verdad, ¿sois capaces de recordar la cara que se os quedó la primera vez que jugastéis a Duck Hunt y ese perro se reía de vuestro tiro fallido?

Ashley Graham - Resident Evil 4

Ashley Graham
Ashley Graham | Defconplay

La hija del Presidente de los Estados Unidos, esa es Ashley Graham. La chica que para más señas es la culpable de que Leon Kennedy tenga que acudir a España en Resident Evil 4 en una misión que casi le cuesta la vida. Y no, Ashley no está en la lista por ser la hija de quien es, sino por su total incapacidad para no sólo defenderse por sí misma, sino también por ser una de las IAs más desesperantes que hemos visto en mucho tiempo.

Catalyst - Mass Effect 3

Catalyst
Catalyst | Defconplay

Bioware lo tenía todo para cerrar por todo lo alto su trilogía estrella, aún por encima de Dragon Age. Mass Effect estaba destinado a ser una de las sagas más influyentes de todos los tiempos, y en realidad lo ha sido, pero aquel final en la tercera entrega de la marca, el personaje/IA Catalyst echó por tierra años y años de duras decisiones todo para resumirse en la selección de “colores” y con ellas dar por terminada la historia de Shepard.

Jason Mars - Heavy Rain

Jason Mars
Jason Mars | Defconplay

Este chico, al igual que Ashley Graham en Resident Evil 4, es el responsable de que la historia de Heavy Rain se convierta en un auténtico suplicio para sus protagonistas. Lo peor de todo no es este detalle, sino el hecho de que no seamos capaces ni de empatizar con él, hasta tal punto que su desobediencia nos termina pareciendo poco más que increíble.

Publicidad