¿Querías vivir de los videojuegos? Te explicamos por qué hoy es más difícil

¿A quién no le gustaría vivir de los videojuegos? Seguramente a muchos de vosotros os gustaría pasar horas y horas frente a la pantalla, tener una fiel audiencia todos los días y por ende cobrar varios miles de euros a finales de mes, ¿verdad?

Por muy idílico y posible que suene a día de hoy, en especial gracias a plataformas como Twitch, una de las que mayor auge tienen actualmente en este campo, que jugar a videojuegos se convierta en nuestro trabajo no sólo es una posibilidad complicado, sino que además lleva consigo un agotamiento consirable.

Desde el medio Yahoo! Finance han tenido la ocasión de hablar con la empresa Gartner.Inc; más concretamente con Lewis Ward, director de realidad virtual e investigación en videojuegos de la misma. Lewis asegura que “ganarse la vida jugando a videojuegos retransmitiendo partidas es casi tan difícil como que te toque la lotería”.

¿Jugar para trabajar o trabajar para jugar?

El propio Ward situó en un total de 61% el número de adolescentes que consumen streaming de videojuegos. No obstante, y aunque las cifras hablen a favor del contenido y su consumo, colocarse en lo más alto como streamer y por ende vivir de jugar a videojuegos no sólo es complicado sino también extenuante.

Uno de los casos más sonados lo encontramos en Ben Bowman, un streamer que aunque tiene la friolera de más de 600.000 seguidores en su canal; ha decidido tomarse con mucha calma su trabajo por un simple motivo: su salud.

Bowman señala que de 2013 a 2015 estuvo los 7 días de la semana jugando una media de entre 12 y 16 horas en directo. Actualmente a sus 31 años, Ben puede permitirse el “lujo” de únicamente ofrecer contenidos en directo 6 días. Él mismo apunta que la situación llegó a afectar a su salud física, sino también al estado de ánimo.

“Puedes invertir toneladas de tiempo y esfuerzo para no llegar a ninguna de las metas propuestas”; comenta Ward. “Probablemente sea más fácil llegar al éxito con un grupo de rap o una banda. Es tan complicado, en parte, porque la barrera de entrada es muy baja”, apostillan desde Gartner.Inc.

Una vida dependiente de las suscripciones y donaciones

En el caso de Twitch, y para aquellos que no lo conozcan, los llamados streamers cobran en base a las donaciones y suscripciones que los usuarios realizan. Mientras que existe un formato gratuito en el que cualquiera puede ver una partida de un streamer en concreto y participar en el chat del mismo; también está disponible un programa de socios.

Realizando suscripciones mensuales que oscilan entre 4,99 y 24,99 dólares, el streamer se asegura una cantidad de dinero. Por supuesto, ser suscriptor en Twitch tiene sus ventajas para el usuario, como por ejemplo emoticonos exclusivos, visualizaciones sin publicidad, etcétera.

Por otra parte, el propio streamer puede llegar a ser partner. Tras cumplir una serie de requisitos, éste puede comenzar también a recibir ingresos. Los requisitos suelen ser relacionados con contenido de calidad, retransmitir varias veces a la semana y tener un mínimo de audiencia.

Otra de las formas más comunes de ganar un dinero extra en Twitch va ligado a las donaciones. A través de Paypal, los espectadores pueden donar dinero al streamer. En los últimos años hemos visto todo tipo de donaciones, algunas de ellas realmente exageradas y que alcanzan la friolera de miles de dólares.

Violet Miller, conocida en Twitch como DistractedElf, aseguró en su momento que “ganarte la vida - en la plataforma - depende de tu habilidad para entretener y mantener el interés de la gente”.

Es una vez conocidas las diferentes posibilidades de los streamers para hacer dinero a lo que Ward hacía referencia. La barrera de entrada es realmente baja; la gran mayoría de jugadores tienen acceso a una webcam, un PC/consola y en cuanto a los juegos existen una gran variedad de títulos gratuitos. El usuario, llegado este punto, comienza a trabajar arduamente en poder ofrecer no sólo contenido de calidad - lógico - sino también más beneficios, elemento que con el tiempo va ligado a las horas invertidas en las retransmisiones.

Tras exponer las conclusiones de Ward y explicar el concepto de streamer en Twitch, ¿os animáis a lanzaros a la plataforma o creéis que el tiempo necesario para la misma no compensa?