MANÍAS INCONFORMISTAS
5 absurdas manías que tienen los coleccionistas de videojuegos
Además de tener decenas o centenares de videojuegos en las estanterías, los coleccionistas también tienes algunas manías, ¿las compartes?
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Los coleccionistas de videojuegos tienen determinadas costumbres y "manías" que no todos los fans comparten, pero que a todos nos produce cierta empatía. Algunas de ellas son muy curiosas y poco conocidas, ¿quieres saber cuales son? Repasamos 5 manías de los coleccionistas.
En primer lugar, los coleccionistas lo guardan todo. Las cajas, manuales y añadidos que trae cada videojuego se convierten en los objetos de mayor valor en su colección, por lo que es imprescindible mantenerlos en perfecto estado de conservación. Otra costumbre de los coleccionistas es la de mantener copias de juego precintadas, copias que adquieren un gran valor en el mercado.
Los coleccionistas también tienen una razonable manía por querer comprobar que lo que compran es auténtico. Si por ejemplo adquieren una consola firmada, el vendedor debe tener una foto en la que se vea que le están firmando la máquina. Ni que decir tiene que estos objetos únicos se guardan con mucho recelo, utilizando incluso cajas de plástico adicionales para obtener una mejor conservación.
Por último, otra manía de algunos coleccionistas es querer evitar que otra persona juegue con su mando. Puede que un coleccionista tenga 10 o 20 mandos, pero el que utiliza más habitualmente suele ser muy especial para él.
Coleccionando videojuegos
Los coleccionistas de videojuegos buscan los títulos más difíciles de encontrar y que mayor valor acaban alcanzando en el mercado de segunda mano. Por un lado podemos encontrarnos con ediciones precintadas de videojuegos legendarios, tales como The Legend of Zelda: Ocarina of Time o Final Fantasy VII. Al tratarse de títulos calificados como algunos de los "mejores de la historia", las ediciones perfectamente conservadas y sin abrir pueden alcanzar tranquilamente los varios cientos de euros.
Otros videojuegos de gran valor son aquellos que tienen cierto tiempo, pero que gracias a su buena conservación, adquieren un valor muy elevado en el mercado de la segunda mano. Títulos de los años 70 y 80 como son el Space Invaders de la Atari 2600 o Super Mario Bros. para NES, son también objetos de coleccionista.
También se encuentran las ediciones super limitadas, ediciones que por el escaso número de unidades producidas, su precio en mercado alcanza los varios miles de euros. Es el caso de Nintendo World Championship, videojuego que solo se llevaron los campeones del mundo de Nintendo en 1990 y cuyos cartuchos posteriormente llegarían a vender a precio de oro.
En todos estos casos es muy importante atestiguar que se tratan de copias auténticas, así como poder contar con una edición bien conservada de estos videojuegos de gran valor.
Sin embargo, los coleccionistas tampoco se limitan a videojuegos extraños o de gran valor; en muchos casos este tipo de jugadores busca "completar su colección" de videojuegos para una consola, llegando a comprarse cientos o miles de videojuegos diferentes para una misma máquina. Para conseguir esto, es imprescindible hacerse con algunos videojuegos a precios ínfimos, esperando a final de generación para hacerse con buena parte de ellos y así no gastarse una gran cantidad de dinero que no muchos jugadores pueden llegar a reunir en tan poco tiempo.
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