Homer está a punto de perder una oportunidad de trabajo por comerse un taquito

Homer Simpson representa a medio mundo en el momento en el que le dan ganas de parar el microondas antes de que finalice el tiempo programado por las prisas de comerse lo que hay calentándose. En este caso las prisas están a punto de costarle un disgusto.

Aunque para disgusto el que se llevó después.

Tuvo que abandonar su taquito dando vueltas en el microondas a escasos segundos de que terminase para poder comérselo, porque le esperaba Smithers con un encargo para el señor Burns.

El encargo consiste en llevar a su jefe una botella de vino que perteneció a Napoléon con la que el señor Burns quiere impresionar a su club de vino.

La botella es valiosísima y Smithers debe irse corriendo a ayudar a su amado jefe. Así que deja a Homer solo. Y ya sabemos que no se le puede dejar solo.

¿Conseguirá cumplir su misión?