Crónica | 27 de junio
Un juego que levanta ampollas y las cartas de los familiares que conmocionan a los isleños de ‘Love Island’
Unos vídeos de Lorena y Saúl y Mirella y Rafa juntos confirman las dudas de los isleños, con un mensaje de Lara incluido.
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En la villa las parejas van afianzando sus relaciones y conociéndose mejor. Lara y Rubén hablan de viajar juntos a Tailandia y el isleño le propone ir a Cádiz a verla.
Él confiesa que es de relaciones largas y coinciden en que ambos quieren casarse y tener hijos en un futuro. La pareja quiere seguir avanzando tras su experiencia en ‘Love Island’ y se les ve muy emocionados.
Luis y Yaiza también descubren detalles de la vida del otro que desconocían. Por ejemplo, que ella no conoce la nieve, que su comida favorita es la pasta o que Luis llevaba trenzas y lentillas para ligar.
Paola y Eder aprovechan su cita para limar sus asperezas. Eder parece estar más cariñoso con Paola y ambos llegan a la conclusión de que quieren conocerse mejor al terminar ‘Love Island’.
En la villa, Ruth y Alberto también avanzan en su relación. Alberto le demuestra a Ruth que sabe muchas cosas de ella y descubren que son muy parecidos, por ejemplo, los dos son muy maniáticos y Ruth está encantada.
Yaiza quiere sorprender a Luis de una forma diferente y especial: con la ayuda de Lara, le prepara una gymkana de lo más romántica con post-it por lugares de la villa vinculados a su relación. El final es un piscolabis en la cama que la malagueña ha decorado con piedras que forman un corazón. Los dos reconocen que están ‘flow love’.
Los isleños reciben un mensaje que anuncia la fiesta de Cupido. Se preparan y bailan como si no hubiera un mañana, hasta que otro mensaje inicia un juego: se trata de hacer una pregunta a Cupido y dejar que los tazos decidan la respuesta. El problema viene por las preguntas que deciden lanzar…
Carlos y Kate utilizan sus turnos para convertirlos en el festival del reproche sobre su relación.
Ruth pregunta si va a disfrutar en la cama con Alberto; Yaiza contesta que no y Alberto se mosquea con Ruth porque piensa va contando intimidades por la villa.
La fiesta la cierra Eder que pregunta si Yaiza se siente inferior a Luis, algo que le sienta fatal a la malagueña y corta el ambiente de buen rollo.
Ruth y Alberto acercan posturas tras la discusión en el juego: él se disculpa y acaban a besos. Pero Kate y Carlos no tienen esa suerte: se acusan mutuamente de autoengañarse.
Por otro lado, Yaiza está molesta por la pregunta de Eder y llora con Luis, que trata de calmarla y le pide autocontrol. Luego el isleño busca a Eder para pedirle explicaciones.
Los isleños preguntaron a Cupido si Saúl y Lorena siguen juntos y también quisieron saber cómo les va a Mirella y Rafa. Todos reciben la respuesta a dos de sus preguntas del juego: un video de Saúl y Lorena juntos, y otro de Mirella y Rafa y Lara ha aprovechado para enviarles un mensaje.
Los isleños reciben un mensaje para ir al fuego y se temen lo peor. Enseguida descubren que hoy el fuego es para una buena noticia: se trata de un regalo en forma de cartas de sus familiares.
Todos reciben la bendición del exterior que les anima a seguir juntos, pero también alguna que otra pullita, como el de la madre de Paola a Eder. Lloran de emoción con las cartas y las fotos que les envían junto a sus seres queridos… ¡qué momento tan emotivo!
Las parejas comentan lo bien que les ha sentado el apoyo de sus familiares. En especial a Kathe y Carlos, que han vuelto a pasar del odio al amor después de que sus seres queridos les diesen el visto bueno. La pareja quiere darse otra oportunidad.
Suena el teléfono en la villa para informar a los isleños de que se han abierto votaciones para que los fans decidan el ganador del programa…
En el próximo programa...
Le llega el turno a Lara y Rubén para tener una cita fuera de la villa y se les ve especialmente emocionados de poder disfrutar por fin de “su primera cita elegante”.
Además, durante la mañana Paola y Eder reciben una sorpresa que les llena de emoción y les da un chute de energía. Se trata de la visita de la madre de la tudelana y la hermana del isleño, que se presentan en la villa de forma inesperada creando un momento muy emotivo entre presentaciones y abrazos.
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