Desde la llegada de Luis a la villa todos los isleños están alerta, especialmente Mauricio, que ve cómo Paola tiene cierto interés aparentemente por Luis. El argentino no puede controlar los celos y no duda en aislarse con Luis y hablar con él. Pero esto no sienta nada bien a Paola, ya que pone en duda su confianza y le aclara que no tiene otras intenciones con Luis, solo se trata de una simple buena relación. Pero Mauricio no se siente conforme con la respuesta de su pareja y sigue viendo las orejas al lobo, viendo peligrar su relación con Paola.