Gabriel es el elegido para entrar en ‘Love Island’ y las isleñas votan para expulsar a uno de los chicos

Tras sus dobles citas con José y Gabriel, los dos nuevos solteros, estamos a punto de conocer la decisión de Aroa y Paola respecto a cuál de ellos entra para quedarse en la villa.

Ambas terminan decantándose por Gabriel. A continuación, entra Gabriel como nuevo isleño, bastante decidido y dejando a todxs con la boca abierta.

Tras un breve brindis por la nueva incorporación, los isleños interrogan a Gabriel. Les inquieta saber a por quién ha venido y él, sin pelos en la lengua, confiesa que a por Paola, pero tampoco cierra puertas a nadie.

La llegada de Gabriel ha levantado reacciones negativas en la villa: excepto Paola, Mónica y Aroa, el resto de isleños piensan que es un chulo, que ha tirado la caña a Paola pero también a Mónica y, en definitiva, que no se fían de él.

Mientras, al ver a Gabriel como una posible amenaza, Felipe no se hace esperar y se pone manos a la obra. El sevillano comparte risas con Paola ante la atenta mirada de todos.

Los isleños ‘veteranos’ intentan por todos los medios que el nuevo, Gabriel, se decante por Mónica, y así dejar vía libre a Felipe con Paola. Sin embargo, el tarragonés muestra su firme personalidad y no se deja influenciar.

De hecho le llega a Gabriel un SMS para tener una cita en el jacuzzi con una chica, y él sin titubear dice que quiere con Paola.

Paola y Gabrielse citan en el jacuzzi y su actitud es cercana y cariñosa. Consiguen generar cierta intimidad a pesar de que toda la villa parece estar mirándoles. El que más curiosidad muestra es Alan. ¿Lo hará por cotilla o porque le gusta Paola?

Paola confiesa que ha estado muy a gusto con Gabriel, incluso puede que sea más su tipo que Felipe. Aun así, ella no cierra la puerta a ninguno de los dos y quiere seguir conociéndolos.

Ante la indecisión de Paola, Aurora se muestra un tanto celosa y se crea un tenso enfrentamiento entre ellas. Aurora cree que está generando falsas esperanzas a Gabriel, mientras Mónica defiende a Paola.

En paralelo, Luis y Yaiza sufren su primera crisis de pareja a raíz de una conversación. Ambos están hablando del trabajo y Yaiza le asegura que en su trabajo está cómoda.

El colombiano la llama conformista y la malagueña no se toma nada bien esa acusación, cree que Luis la está criticando y que la quiere cambiar.

Los isleños se evaden por unos momentos de sus preocupaciones en la villa jugando a adivinar a quién corresponden ciertas afirmaciones tan reveladoras como embarazosas.

Al isleño que falla se le lanza una taza de chocolate encima. Momentos de risas, picardías y alguna pulla salen a la luz en un ambiente distendido y divertido. ¡No tiene desperdicio!

Pero la tranquilidad desaparece pronto en la villa cuando suena el teléfono rojo: les anuncia que una votación pondrá en juego la permanencia de un isleño en ‘Love Island’.

Cunde el pánico y el miedo entre las parejas y se suceden distintas especulaciones. Por un lado, Saúl está tenso por los resultados tan ajustados de la última votación para expulsarle, y Alan escucha en una conversación por casualidad que algunos compañeros le votarían en el caso de una hipotética expulsión.

Los isleños se encuentran disfrutando de la noche cuando irrumpe Cristina Pedroche la fiesta para comunicarles algo: mañana uno de los chicos va a ser expulsado.

La presentadora explica por separado a las isleñas que serán ellas las que tomen la decisión a través de un voto secreto en una urna y que la votación es en este mismo momento. Ellas votan y… ¡la suerte está echada!

En el próximo programa...

Reacciones de impotencia, desconfianza y miedo entre las isleñas al sacar sus propias conclusiones acerca de la votación: Lorena sospecha de que algunas de sus compañeras puedan haber votado a Saúl para abandonar ‘Love Island’.

El teléfono rojo vuelve a sonar, esta vez para comunicarles que los fans han decidido que las isleñas pasen un día de lujo fuera de la villa.