Pete consigue acompañar a su hija al altar en su boda en el hotel rural

Laura, la hija de Pete, está pensando en organizar su boda en el hotel, pero todo son complicaciones. Sin embargo, Sam y los demás, harán todo lo posible para que Pete pueda estar presente en la boda de su hija.

Para ello, recuerda que cuando era niña celebró una boda de mentira en la que quería que hubiera lirios, su flor preferida. Y tienen que conseguir que Laura recuerde ese momento tan bien como lo recuerda él.

Así que deciden falsificar el antiguo diario de Pete añadiendo un texto en el que explica que le gustan los lirios. Pero el hijo de Laura descubre que esas palabras son nuevas y la organizadora de la boda decide cancelar la celebración en ese lugar, ya que piensa que Sam ha intentado anteponer sus preferencias a las de la novia.

Pero cuando Sam asume la culpa argumentando que quería introducir lirios y hacer la decoración más bonita, una palabra clave en su discurso de disculpa hace que Laura recuerde a su padre y cambie de opinión. ¡Decide casarse en el hotel, para sentirse más cerca de él!

Tal y como hizo cuando celebró su boda de niña y su padre le dio unas ¡orquídeas! Menudo despiste el de Pete, pensando que eran lirios.