El NCIS recibe una serie de ataques de alguien que los conoce muy bien

Mientras el director Vance visita a su esposa en el cementerio, su hijo aparece por sorpresa y mientras tienen una tensa conversación sobre el pasado, el hombre se desploma ensangrentado. Alguien lo ha disparado de manera silenciosa y desde lejos.

Las conclusiones de Jared, el hijo de Vance, son claras: ha hecho hasta un diagrama intentando averiguar desde dónde se produjo el disparo. Y pide al NCIS que investiguen quién ha hecho eso a su padre, para que no termine igual que su madre.

Pero cuando el resto del equipo acude a la azotea del edificio desde donde se produjo el disparo, encuentran huellas y una nota que dice: "Disfruten del show". En el mismo momento en el que empiezan una serie de explosiones en puntos concretos.

Sea quien sea el autor de los ataques, lo tiene bien estudiado y tiene un único objetivo: el NCIS.