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AMIGO FIEL

La historia de Hachiko, una de las estatuas más emblemáticas y queridas de Japón

Hachiko era un perro de raza Akita Inu que ya es considerado como un emblema de fidelidad en el país nipón

Hachiko

HachikoPixabay

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Cada año miles de turistas visitan Japón, pudiendo así disfrutar de todas las maravillas que este país alberga. Desde los conocidos templos y santuarios hasta los sitios temáticos y relacionados con populares obras anime, además de estatuas, las cuales podemos encontrar de todo tipo. Una de las más emblemáticas fue creada para honrar la fidelidad de un peludo de cuatro patas, el cual esperó a su dueño hasta el día de su muerte.

La estatua de Hachiko es una representación de un perro del mismo nombre con el que miles de personas se cruzaban al entrar y salir de la estación de Shibuya. Este se mantenía allí esperando a su amo para recibirlo todos los días después del trabajo, algo que siguió haciendo incluso cuando su dueño murió repentinamente de un paro cardiaco.

Hachiko, el perro fiel

En el año 1923, un hombre llamado Hidesaburo Ueno le regaló a su hija un perro de la raza Akita Inu. Fue por culpa de las patas alto torcidas del animal que lo bautizaron bajo el nombre de Hachiko, ya que le recordaba al símbolo japonés de número 8 que se pronuncia hachi. Durante sus primeros años, Hachiko fue criado tanto por toda la familia Ueno, hasta que la hija se casó y se fue a vivir con su marido, momento en el que el padre se hizo totalmente cargo del animal.

Si bien dueño y mascota pasaban muchos momentos juntos, Hidesabro Ueno tenía que partir en tren todos los días para ir a trabajar. Es por ello que Hachiko lo acompañaba hasta la estación de Shibuya y lo esperaba hasta que volvía de hacer sus labores como profesor de la Universidad de Tokio. Lamentablemente un día durante su clase Ueno sufrió un paro cardiaco que le hizo perder su vida, dejando a su querido Hachiko esperando hasta el fin de sus días a que apareciera su dueño.

A pesar de que pasaban los días y su dueño no aparecía en la estación de Shibuya, Hachiko fue fiel y esperó por él sin importar el frío o la lluvia. Fueron en total 9 años en los que miles de personas se cruzaron con este perro frente a la estación hasta que finalmente murió en 1935. Fue gracias a su ejemplo de fidelidad que le hicieron una estatua en su honor, la cual fue retirada por culpa de la guerra, pero se volvió a recrear años después.

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