Una niña cae gravemente herida durante un tiroteo y el detective Jay acaba implicado

La detective Hayley y el detective Jay acuden al lugar de trabajo donde está la madre de una de las niñas que ha sido víctima del tiroteo que se ha producido por la mañana. Lo más duro de todo es decirle la noticia. Nadie sabía que allí había una guardería ilegal y cuando comenzó el tiroteo para detener a unos traficantes, los pequeños se vieron envueltos en el fuego cruzado.

Lo peor del asunto es que según ha determinado las pruebas de balística, la bala que hirió a la pequeña no procedía de los narcotraficantes sino que provenía del arma del detective Jay. Ahora se enfrenta a una dura acusación, aunque él rechaza que disparara a la pequeña.