Haley necesita ayuda para montar el baby shower de sus bebés y decide pedírsela a su madre, a su hermana y a Gloria. Parece que Claire lo tiene todo controlado pero algo podría salir mal.
Abe rememora su infancia, cuando en plena guerra acudía al estadio con su familia para ver jugar a Springfield, soñando algún día con repetir esa experiencia junto a uno de sus nietos.