Mascarillas quirúrgicas: esta es la forma correcta de ponérselas, según un fabricante japonés

Quizás en la actualidad las mascarillas quirúrgicas o con algún tipo de pequeño filtro están más de moda que nunca, debido a la alarma generalizada que se ha producido a nivel mundial tras la crisis del coronavirus chino. Muchas personas que van a realizar viajes al extranjero deciden comprarlas por seguridad, siendo algo muy poco habitual en Occidente. Sin embargo, en Asia es muy habitual utilizar este tipo de mascarillas en época de alergias, para protegerse del polen, o en épocas de gripe, para evitar contagios. En China o Japón es bastante habitual ver a personas por la calle con mascarillas en todas las épocas del año.

Es por ello que son expertos en la fabricación y en el buen uso de las mascarillas. Recientemente un especialista y fabricante de mascarillas ha revelado que la mayoría de personas en Occidente y Japón las hemos estado usando mal por mucho tiempo, explicando realmente cómo debemos usarlas de forma correcta. Y es que un simple error puede dejar entrar un 40% más de virus y polen, según este fabricante.

El fabricante japonés Medicom explica el error que, sin duda, resulta curioso al tratarse de mascarillas... Aunque no seamos expertos, parece complicado equivocarse a la hora de poner una mascarilla en la cara. Sólo hay que poner la mascarillas sobre la cara y poner las correas alrededor de las orejas, ¿no es así? Según esta especialista nos falta un paso muy importante.

Generalmente usamos las máscaras con la unión de la correa con la máscara mirando hacia adentro, hacia nuestra cara. Pensamos que hacerlo de esta forma debería promover un ajuste más ceñido y sellar mejor para evitar la materia no deseada alejada de nosotros. Sin embargo, precisamente debemos usar la máscara de manera contraria, poniéndola al revés. Debemos procurar que el punto de unión de las correas esté en el exterior, lejos de su cara.

Existen dos razones principales: si se usa con los puntos de unión en el interior, existe la posibilidad de que el pegamento pueda irritar la piel. La segunda razón es que la protuberancia del punto de unión crea una abertura entre la máscara y la piel, lo que facilita el paso de los virus y el polen.