Alessandra y Jerome se reencuentran en una nueva cita después de un año. Y aunque Impares ayuda a encontrar la pareja perfecta, esta cita es más el encuentro de dos viejos amigos. Jerome está obsesionado con ayudar a Alessandra en su adicción a la bebida. Tanto es así que su segunda cita será en alcohólicos anónimos. Y a diferencia de lo que pretende Jerome tentando a su amiga con una cerveza para demostrar que Alesa tiene un grave problema, será él quien acabe hablando sólo en su cita, con 25 cervezas sobre la mesa y Alesa sin solucionar su "problema".

A veces una amistad vale más que cualquier contrato prematrimonial. Al menos eso es lo que cree Giselle, quien intentaba liar a Pelayo para que firmara los papeles. Cuando ya estaba todo hecho, aparece "Nanin" con su toque prepotente y macho que parece fastidiarlo todo. Y aunque en un primero momento parece que Giselle prefiere la marcha que le ofrece Nanin, acaba valorando más un amistad que un hombre que sólo piensa en una cosa; ligar.

Fuensanta no se imaginaba que su primera cita sería con un jovencillo. Así es Israel, al menos para ella. Y aunque parece que ese toque infantil que le caracteriza prometía en la relación entre ambos, lo cierto es que Fuensanta necesita, o al menos eso creía, a un hombre. Pero esta cita que acabará como empezó, en un banco, le servirá a Fuensanta para descubrir que no quiere a los jóvenes sólo para ser su amiga...