Parker se hace amiga de una joven que recibe un mensaje aterrador desde el más allá

Cuatro días antes de Halloween, a una joven le sucede algo inquietante. Mientras hablaba por teléfono con su madre, la luz se va de repente. Minutos después, comienza a escuchar pasos en el pasillo: alguien se acerca lentamente con un bastón, justo como lo hacía su tía fallecida.

Asustada pero al principio emocionada por sentir la presencia de su difunta tía, su emoción se transforma en terror cuando en el espejo de su habitación aparece escrita, con sangre, la frase: "Lo hiciste tú". Una voz le grita con fuerza, y ella huye despavorida. En su carrera, tira una vela encendida, provocando un incendio. Aterrada, sale corriendo a la calle sin mirar… y un coche la atropella. Por suerte, Parker pasa por allí en ese momento y la auxilia.

Desde entonces, Parker y la joven se han hecho amigas. La chica les cuenta a Parker, Sophie y Breanna Casey, hermana adoptiva de Hardison, que la compañía de seguros no le cree. Piensan que provocó el incendio para cobrar la indemnización, y que ha inventado lo del fantasma. Desesperada, les pide ayuda.

Sophie y Parker no tardan en darse cuenta de que su miedo es real: lo transmite en cada palabra. Pero Sophie desconfía. No le gusta tenerla cerca. Sabe que si descubre a qué se dedican realmente, podrían tener problemas.

Parker, sin embargo, está decidida. Siente empatía por ella. Le duele que haya sido atropellada, que haya perdido su casa… y que tenga miedo de algo que ni siquiera comprende. "Hay que ayudarla", le dice a Sophie con expresión seria. No la podemos dejar sola.