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NO PUEDEN

Japón sigue sin confinarse: mira la actividad en directo del barrio más concurrido de Tokio

Aunque las autoridades del país nipón recomiendan quedarse en casa, el confinamiento obligatorio no se ha decretado incluso en las prefecturas en estado de emergencia.

Paso diagonal de Shibuya, Japón

Agencias/Archivo Paso diagonal de Shibuya, Japón

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Pese a que el primer ministro japonés, Shinzo Abe, llegó a asegurar que la pandemia del COVID-19 es la peor crisis mundial desde la Segunda Guerra Mundial, lo cierto es que los ciudadanos nipones aún no están confinados.

Aunque se ha declarado el estado de emergencia en las prefecturas de Tokio, Osaka, Saitama, Chiba, Kanagawa, Hyogo y Fukuoka, el confinamiento nipón es una recomendación. Los políticos aconsejan a sus ciudadanos quedarse en casa en la medida de lo posible, y aunque gran parte de la sociedad lo ha hecho, lo cierto es que en las calles de lugares como Shibuya aún pueden verse cientos de personas cruzando por el famoso cruce.

Por cómo es la cultura nipona, el uso habitual de las mascarillas -especialmente en esta época-, y su comportamiento de cara al prójimo, la pandemia ha estado más o menos controlada hasta el momento. El primer caso de coronavirus en Japón se registró a mediados de enero y, hasta el momento, los contagiados confirmados sólo son 8.100 pese ha hablar de un país con ciudades densamente pobladas.

Por el momento Japón ha reportado 119 fallecidos, aunque es cierto que el número de contagiados está creciendo en los últimos días. ¿Por qué no se toman medidas más serias?

 

¿Por qué Japón no puede decretar el confinamiento de su población?

Sabiendo que las cifras de contagiados en el país aún son relativamente bajas, ¿por qué el gobierno nipón no obliga a sus ciudadanos a confinarse en casa, como sí hacemos en España? La respuesta es sencilla; no puede hacerlo. La ley no se lo permite desde la Segunda Guerra Mundial.

Desde el inicio de la Era Meiji hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, la ley japonesa concedía todo el poder al emperador del país, lo que llevó a la supresión de muchas libertades por parte de la monarquía del país. Sin embargo, la Constitución japonesa impuesto después de la guerra está completamente orientada a que se respeten los derechos humanos.

Privar a los ciudadanos de libertad de forma obligatoria, incluso en momentos como los actuales, no es posible según la constitución del país. Por este motivo los políticos sólo pueden recomendar y aconsejar a los ciudadanos que se queden en casa, además de promover el cierre de ciertos tipos de establecimientos de manera temporal -medida que deben respaldar los gobiernos locales si así lo desean-.

Japón sí ha trabajado mucho en detectar brotes del COVID-19 y aislar a sus ciudadanos enfermos de forma inmediata, lo que ha permitido controlar por ahora la pandemia, además del comportamiento general de la población, acostumbrada a protegerse -y proteger al resto- de enfermedades con el uso habitual de mascarillas o una higiene exquisita. En sus costumbres el contacto físico entre familiares y amigos es también más limitado, lo que ha ayudado.

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