NO ERA AGUA PRECISAMENTE
Lo nunca visto por la policía: Orina en la botella de su compañera por 'amor'
La mentalidad de este empleado lo llevó a tomar medidas extremistas con tal de “enamorar” a su compañera.
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Japón tiene un amplio abanico de opciones que resultan llamativas a lo largo del mundo. Gastronomía, cultura e incluso arte lo convierten en algo que, simplemente, no queremos ni podemos olvidar. Sin embargo, también tienen una serie de situaciones peculiares que, simplemente, desearíamos no vivir en ninguna parte del mundo. Un claro ejemplo de ello es el hecho de que un vecino esté depositando cuchillos manchados de rojo a otro por algo incomprensible para muchos o, incluso, vivir un día donde los ataques de osos y hombres desnudos por la calle estén presentes.
Sin embargo, ¿alguna vez te habías imaginado que alguien fuese a orinar en la botella de otra persona por amor? Esta es la curiosa (y asquerosa) situación que ha vivido una mujer en la ciudad de Kobe, situada en la prefectura de Hyogo. Por supuesto, esta no encontró la bebida presente en la máquina expendedora, sino en la nevera de la oficina, donde ella misma había metido su botella.
Una historia que podría haber acabado mucho peor
La historia tuvo lugar durante un día de trabajo, momento en el que la joven se acercó a la nevera para poder coger su botella. En ese momento se encontró con que su botella estaba diferente a como ella la había dejado. Ella misma indica que suele dejar sus bebidas en la nevera para que estén siempre frescas cuando quiera beber. Sin embargo, esta vez fue consciente de que la botella había sido manipulada.
Al comprobar su botella, fue consciente de que había un problema tanto con el color como con el olor. Por ello, decidió informar a la empresa, quien tomó la decisión de investigar la situación de manera interna, descubriendo que alguien había visto a un hombre manipulando la botella. En principio, algo a lo que no se dio importancia puesto que pensaban que era suya.
Manipulando la botella por supuesto amor
Una vez se interrogó al hombre, este no dudó en afirmar que lo había hecho. Y no solo eso, sino que agregó a la explicación que lo hizo porque la chica le gustaba. ¿Lo más curioso de esto? Que se trata de un hombre desempleado de 24 años que había accedido a la empresa por un trabajo temporal. Sin embargo, el “cariño” era solo por una parte, y de hecho, tras los sucesos, fue despedido al instante.
Si bien el culpable aceptó el cargo en un primer momento a la policía, más adelante afirmaba que no recordaba nada. Algo realmente extraño para todos, a pesar de que, dentro de la mala situación, la mujer tuvo suerte. Después de todo, fue consciente del problema antes de llegar a beber siquiera un trago de la botella, sino que tomó la decisión de denunciar la situación antes de que fuese a más.
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