¿Puede la escuela decidir tu ropa interior? En esta ciudad es habitual

Alguna vez hemos hablado sobre las escuelas niponas y algunas de las normas más raras que sus alumnos deben aguantar cuando acuden a ellas. En muchas ocasiones sus normativas son exageradas y parecen de otra época, al menos a ojos de las escuelas de nuestro país, en donde las normativas para los alumnos son menos intrusivas en su vida personal. Por ejemplo, en Japón no podrías llevar el pelo del color que quisieras a clase, tendrías incluso que teñirlo de un color oscuro si el tuyo propio fuera demasiado chillón.

Pero, con la ropa algunas escuelas son incluso más quisquillosas. Obviamente que te digan qué pantalón o falda llevar es algo común, pero el código de vestimenta es mucho más exigente cuando obligan a los estudiantes a llevar una ropa interior concreta. La Junta de Educación de la Prefectura de Nagasaki realizó un estudio de las escuelas secundarias y encontró que las reglas sobre la ropa interior de sus alumnos y alumnas son sorprendentemente comunes.

De las 238 escuelas examinadas en la citada prefectura nipona, el 58% tienen ropa interior blanca incluida como parte obligatoria del código de vestimenta. Parece que este número desciende poco a poco y serán menos en el futuro, pero sigue chocando incluso en Japón un código de vestimenta tan intrusivo. Muchos estudiantes y padres creen que estas normas son antiguas, y que las escuelas pueden estar expuestas a quejas por violar los derechos de los estudiantes.

De hecho, ha sido esta prefectura la que recientemente ha cambiado la normativa de teñirse el pelo obligatoriamente a los estudiantes para que todos tuvieran más o menos el mismo tono. El problema con la ropa interior, es que obviamente la revisión de cumpliemiento por parte del profesorado no debería ni de existir, así que no muchas personas creen que es correcta ni necesaria.

"A medida que cambian las creencias sobre los derechos individuales, es necesario que las escuelas reexaminen activamente sus políticas", comentan los responsables de la Junta de Educación de la Prefectura de Nagasaki, ya que muchas de estas normas tienen décadas de historia. Por suerte, las normas escolares absurdas de Japón comienzan a desaparecer.