Los hombres de Voight pillan infraganti a su compañero Antonio en la casa de un traficante de drogas

Antonio tiene un dolor intenso en el hombro y visita al médico para que le recete medicación porque es lo único que le alivia. El doctor le recomienda reposo, pero se niega a darle más pastillas. No puede mover el hombro y no quiere decir nada a sus compañeros.

Mientras tanto, sus colegas y Voight están con un nuevo caso. Acuden a una casa donde están moviendo grandes cantidades de droga para hacer una redada. Para sorpresa de los hombres de Voight, Antonio se encuentra allí.

Voight le pide explicaciones y el policía le contesta que fue a investigar de incógnito porque le dieron un chivatazo, una respuesta que no convence del todo a su jefe. Antonio está desesperado, teme que le acaben pillando. No quiere, bajo ningún concepto, que descubran que está tomando pastillas para mitigar el fuerte dolor de hombro que tiene.

Por su parte, el traficante de drogas detenido en la redada está preso y amenaza a Antonio con desvelar la verdad sus compañeros si no le libera.