Homer quiere que Bart sea DJ... ¡para vivir en una mansión!

La familia Simpson viaja en coche de camino a casa cuando Marge ve por la calle varios carteles publicitarios de DJs que le llaman la atención, ya que los rostros que aparecen en los anuncios son jóvenes, apuestos y elegantes. Lisa explica a sus padres que se trata de DJs muy conocidos, con un nivel adquisitivo muy alto.

A Homer le impacta que exista publicidad de este tipo y asegura a su familia que, en su época, los anuncios eran de bebidas energéticas o de empresas que reparaban parabrisas. Para él, ahora los que salen en los spots son "un sinfín de raritos crónicos de los que nadie ha oído hablar jamás", afirma, convencido.

Lisa discrepa con su padre y le cuenta que una estrella de la música electrónica le compró a sus padres una mansión. Entonces, Homer toma cartas en el asunto: sueña con que Bart se convierta en un DJ de moda para que él también pueda vivir en una residencia de lujo.