Jugaste a estos títulos en tu infancia, pero probablemente no lo recuerdes

Metal Gear Solid, Super Mario 64, Silent Hill o Final Fantasy VII son algunos de los juegos más emblemáticos de los 90. Todos ellos entre otros muchos marcaron nuestra infancia en plataformas como PlayStation o Nintendo 64. Entre los grandes nombres también llegaron otros videojuegos, algo menos conocidos, pero que también se colaron en tus tardes en solitario o con amigos.

Tarzán, uno de los muchos títulos de Disney, es uno de los nombres más recordados por los poseedores de la primera PlayStation. Una aventura con toques 2 y 3D que recogía todo el espíritu de la película de animación. Memorables son sus niveles en los que nos movíamos a toda velocidad entre gigantescos árboles o lianas.

Otro clásico de los 90 es Crash Team Racing, un juego que cogía lo mejor de Mario Kart y le aportaba a la par un toque diferente. Además de contar con todos los personajes de la saga Crash Bandicoot, el título de conducción sumaba peleas contra jefes y unos escenarios de lo más variado.

Mucho antes de Spiderman para PlayStation 4, los chicos de Insomniac Games nos sorprendieron con Rachet & Clank. Aventura, acción y plataformas se daban la mano en una trilogía para PlayStation 2 que para muchos sigue siendo a día de hoy el cénit de su género. Además, en la consola de Sony pudimos disfrutar de un doblaje sobresaliente, añadiendo unos extras a su estética de película de animación 3D.

Aunque en España no ha sido un deporte tan extendido como en otros países, el skate entró con fuerza gracias a Tony Hawk’s Pro Skater 2. Un juego que, aún en 2019, todavía no ha sido superado. La gran variedad de patinadores, escenarios y una banda sonora como pocas podía tenernos pegados a la pantalla junto a los amigos durante horas.

Mucho se habla de Street Fighter 2 como el rey indiscutible del género de la lucha. Hacia finales de los 90 la historia era bien distinta Tekken 3 fue capaz de arrebatarle el puesto. Con un plantel de personajes que no estaba nada mal y una curva de entrada más que notable en lo que a dificultad se refiere, la obra de Namco convenció a crítica y público. Memorables son sus divertidísimos combates y un apartado gráfico de infarto para la época.